Día 53 | Foto: una bandera de Ucrania rasgada, colgada de un alambre frente a un edificio de departamentos destruido en la ciudad portuaria sureña de Mariúpol, el 14 de abril de 2022. Alexander Ermochenko/Reuters.
Soldados ucranianos resistieron este domingo un ultimátum ruso de deponer las armas en el puerto pulverizado de Mariúpol, ocupada casi por completo por fuerzas rusas, según Moscú, a casi dos meses de iniciada la guerra en Ucrania.
El primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, dijo que las tropas en Mariúpol seguían luchando a pesar de la demanda rusa de rendirse al amanecer.
“La ciudad aún no ha caído”, dijo al programa This Week, de ABC, y agregó que los soldados ucranianos continúan controlando algunas partes de la ciudad.
Rusia dijo este sábado que tenía el control de las partes urbanas de la ciudad y que algunos combatientes ucranianos permanecían en la acería de Azovstal con vistas al mar de Azov.
Capturar Mariúpol, el puerto principal en la región sureste de Donbás, sería un premio estratégico para Rusia, conectando el territorio en manos de los separatistas prorrusos en el este con la región de Crimea que Moscú anexó en 2014.
Después de no poder vencer la resistencia ucraniana en el norte, el ejército ruso reenfocó su ofensiva terrestre en Donbás mientras mantiene ataques de larga distancia en otros lugares, incluida la capital, Kiev.
Unos cuatro millones de ucranianos huyeron del país, ciudades quedaron destrozadas y miles murieron desde el comienzo de la invasión el 24 de febrero.
“Los ocupantes serán responsables de todo lo que hicieron en Ucrania”, dijo el presidente Volodímir Zelenski en su cuenta de Telegram, al publicar imágenes de destrucción que dijo que eran similares a los “tiempos terribles” de la Segunda Guerra Mundial.
En tanto, el papa Francisco abogó por el fin del derramamiento de sangre y lamentó la “Pascua de guerra” durante su discurso en la plaza de San Pedro después de la misa.
“Que haya paz para Ucrania devastada por la guerra, tan duramente probada por la violencia y la destrucción de la guerra cruel y sin sentido a la que fue arrastrada”, dijo.
Zelenski acusó a Rusia este sábado de “intentar deliberadamente destruir a todos” en Mariúpol y dijo que su gobierno estaba en contacto con los defensores.
La acería de Azovstal, una de las plantas metalúrgicas más grandes de Europa con un laberinto de vías férreas y altos hornos, se convirtió en el último bastión para los defensores superados en número.
“A todos los que depongan las armas se les garantiza que se les salvará la vida”, dijo el Ministerio de Defensa de Rusia.
No se sabía cuántos soldados había en la acería. Las imágenes de satélite mostraron humo y fuego provenientes de la zona, que está plagada de túneles.
Rusia dijo que Ucrania había perdido más de 4000 soldados en Mariúpol hasta este sábado. Kiev dice que sus pérdidas totales de tropas en todo el país hasta ahora en la guerra son menos que eso, entre 2500 y 3000.
En otras partes de Ucrania, hubo más informes este domingo de ataques rusos alrededor de los principales centros de población.
Los medios locales informaron de una explosión en Kiev, aunque el vicealcalde Mykola Povoroznyk dijo que los sistemas de defensa aérea habían frustrado los ataques rusos. El alcalde de la ciudad de Brovary, cerca de Kiev, dijo que un ataque con misiles había dañado la infraestructura.
Rusia dijo que había destruido una fábrica de municiones cerca de la capital, según la agencia de noticias RIA.
Los bombardeos en la segunda ciudad más grande de Ucrania, Járkov, mataron a cinco personas e hirieron a 13, informó la emisora pública ucraniana Suspilne. Un corresponsal de Reuters en Járkov escuchó múltiples explosiones en rápida sucesión y vio restos de misiles.
Mientras continuaban las operaciones de limpieza en áreas donde los rusos se habían retirado, la defensora del pueblo de derechos humanos de Ucrania dijo que casi todos los edificios de gran altura en la ciudad de Okhtyrka no eran aptos para ser ocupados. El Servicio Estatal de Emergencias dijo que se recuperaron 41 cuerpos en la localidad de Borodianka.
La mayoría de los ucranianos celebran la Pascua ortodoxa, pero en Bucha, una ciudad al norte de Kiev donde Ucrania acusa a Rusia de matar a decenas de civiles, unas 50 personas asistieron a un servicio religioso, cargando sauces y rezando por los muertos.
Rusia niega haber atacado a civiles y afirmó que las imágenes de Bucha son falsas.
“Solo recé hoy para dejar de llorar”, dijo la residente Evgeniya Lebedko después del servicio. “Hemos sobrevivido a estos horrores y lloramos constantemente. Y no quiero que esas lágrimas caigan, pero salgo todos los días y lo huelo y lloro todo el tiempo”.
A pesar de la situación desesperada en Mariúpol, Ucrania dijo que estaba manteniendo a raya a las fuerzas rusas en otras partes de las regiones de Donbás de Donetsk y Lugansk, que antes de la invasión ya estaban parcialmente controladas por separatistas respaldados por Rusia.
La policía de la región de Donetsk dijo este domingo que, en las últimas 24 horas, las fuerzas rusas abrieron fuego desde tanques, lanzacohetes múltiples y artillería pesada contra 13 asentamientos bajo control ucraniano, matando a dos civiles.
El gobernador de Lugansk, Sehriy Gaidai, dijo que desde el comienzo de la guerra, todos menos 20 000 de los 130 000 residentes de la capital en funciones, Sievierodonetsk, habían abandonado la ciudad. El bombardeo del pueblo de Zolote hoy mató al menos a dos personas, agregó.
Con información de la agencia Reuters