La vicepresidenta Cristina Kirchner consideró este jueves que “es necesario volver a darle al país un Poder Judicial que se ha evaporado entre las tramoyas de una camarilla indigna para la historia argentina”, en su discurso en la Plaza de Mayo ante una multitud que se congregó para recordar el 20.º aniversario de la asunción de Néstor Kirchner a la Presidencia.
La expresidenta planteó que el máximo tribunal es un “mamarracho indigno” y que “los argentinos se merecen tener una Corte de Justicia que sea llamada como tal sin ponerse colorado”, y pidió “repensar el diseño institucional” de la Argentina para no “seguir con la rémora monárquica” del Poder Judicial, que “no rinde cuentas a nadie”, porque eso “no es de democracia”.
“Con todos los errores que pueden tener” quienes ejercen el Poder Ejecutivo y Legislativo, “la sociedad siempre tiene una garantía, la del voto. Porque si no te gustan, tenés en tus manos el voto cada dos o cuatro años. Tenemos que repensar el diseño institucional. No podemos seguir con la rémora monárquica de personas que son designadas de por vida y nunca más rinden cuentas a nadie ni nada. Eso no es de república. Eso no es de democracia”, afirmó la vicepresidenta desde el escenario montado en la Plaza de Mayo, que fue colmada por manifestantes pese al mal tiempo.
Cristina recordó que cuando Néstor Kirchner “llegó el Estado era chiquitito, pero la deuda externa era grande” y “jubilarse no era un derecho”.
“Cuando se cayó esa falsa dolarización de los noventa, esta plaza estalló”, dijo y agregó: “Ese país que recibió aquel presidente patagónico con apenas 22 % de votos, que sigue viviendo en el corazón del pueblo, ese país que recibió venía de una gran crisis en 2001”.
A 20 años de la asunción de Néstor Kirchner ❤️🇦🇷 En vivo desde Plaza de Mayo. https://t.co/urYB26smRv
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) May 25, 2023
“Es necesario que llevemos a todos los rincones de la patria, en cada escuela, barrio, comercio, calle, que cuando él llegó era así de chiquito el Estado y la deuda era así de grande”, destacó.
“No es pecado pagar buenos salarios, al contrario”, continuó ante la multitud que, entre pausa y pausa, coreó “Cristina Presidenta”, y recordó que “en mi segundo gobierno fue cuando la gente ganó más plata”.
También se refirió a la situación económica que atraviesa el país al asegurar que “no podemos seguir atados a que llueva o que salga el sol”, dijo, en referencia a la sequía.
“Necesitamos poder articular algo distinto, no podemos seguir atados a una economía primarizada y a los precios internacionales. Necesitamos articular lo público y privado, una alianza para agregar valor e incorporar tecnología”, continuó.
“Esta es la discusión que necesitamos los argentinos y no las boludeces que escuchamos todos los días por la televisión”, planteó la exmandataria y sostuvo que “si no logramos que el programa que el FMI impone a todos sus deudores sea dejado de lado y nos permita elaborar un programa propio de crecimiento, industrialización e innovación tecnológica, va a ser imposible pagarlo, por más que digan lo que digan”.

Además, pidió al FMI que “dejen de querer dirigir la política y clausurar la industrialización del país y convertirnos únicamente en proveedores de materia prima”.
“Somos 46 millones, no alcanza con la materia prima, tenemos que incorporar valor y tecnología para que haya trabajo de calidad y buenos salarios, lo que el país necesita. Se puede hacer porque nosotros lo hicimos durante 12 años y medio. Gracias a los kukas también recuperamos Vaca Muerta”, afirmó.
En una nota de autocrítica, la exmandataria recordó que en 2008, a poco de asumir su primer mandato, “casi se pone el país de sombrero” por “otro genio de la economía”, en referencia al entonces ministro de Economía Martín Lousteau, quien impulsó las retenciones a las exportaciones agropecuarias que motivaron la crisis por la Resolución 125.
Luego dedicó parte de su discurso a la deuda con el Fondo Monetario Internacional contraída por el gobierno de Mauricio Macri, al afirmar que “el FMI le dio 57.000 millones de dólares para que gane las elecciones”, tras lo cual destacó que “la Argentina volvió a crecer, pero el crecimiento se lo están llevando cuatro vivos”, tras recordar que ella lo había advertido en diciembre del año pasado.
“Dije que iba a haber crecimiento, pero si no cuidábamos los precios de la economía el crecimiento se lo iban a llevar cuatro vivos”, sostuvo, y afirmó que “ahora el crecimiento se lo están llevando cuatro vivos”.
Sin embargo dijo que “a pesar los errores y las diferencias” en el propio oficialismo “este Gobierno es infinitamente mejor del que lo hubiera sido otro de Mauricio Macri”.
Qué mejor lugar que volver a encontrarnos en la Plaza de Mayo, la plaza de la Patria. Hace exactamente 20 años llegábamos con él acá, a esta misma plaza. pic.twitter.com/7TWJsxZN9f
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) May 25, 2023
La exmandataria señaló que el préstamo al gobierno de Cambiemos “fue político” y “política tiene que ser la solución”, y citó a Néstor Kirchner cuando “decía que los muertos no pagan la deuda”. “Creen que lo van a pagar únicamente con commodities”, manifestó.
En ese sentido afirmó que su gobierno dejó en 2015 “un país mucho mejor” que el que había recibido y recordó que en 2019 la Argentina estaba “nuevamente endeudada en dólares”.
“El 9 de diciembre de 2015, el nivel de endeudamiento no solamente era ínfimamente ridículo. Las familias tampoco estaban endeudadas, las empresas tampoco. El salario de los trabajadores era el más alto de América Latina, porque la jubilación era la mejor de la región, porque habíamos lanzado satélites y estábamos incorporando tecnología, habíamos peleado contra los fondos buitres”, sostuvo.
Arriba del escenario la acompañaban varios de los posibles precandidatos: el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y los ministros del Interior, Eduardo Wado de Pedro, y de Economía, Sergio Massa. A ellos les tocó la primera línea de una centena de dirigentes kirchneristas encabezados por Máximo Kirchner, entre los que también se mezclaron el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni; el actor Pablo Echarri, la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner; Estela Carlotto, de Abuelas de Plaza de Mayo, y Taty Almeida de las Madres de Plaza de Mayo.
Cristina afirmó que, aunque “hagan lo que hagan” desde los sectores opositores, ella es “del pueblo” y recordó cuando quisieron asesinarla en septiembre pasado. “Nunca fui de ellos ni lo voy a ser. Hagan lo que hagan, me quieran matar, meter presa, yo soy del pueblo y de ahí no me muevo”, dijo luego de repasar los números con los que terminó su gestión con un “51 %” de distribución de la riqueza en favor de los trabajadores.
Por eso planteó que “es necesario renovar el pacto democrático” que, dijo, se fundó el 10 de diciembre de 1983 en Plaza de Mayo, cuando jóvenes convocados por el entonces presidente Raúl Alfonsín “horrorizados por la tragedia de la dictadura reclamaban un país diferente” y donde quedaba “erradicado y prohibido quitarle la vida al que no pensaba igual”.
“Hay que volver a renovar ese pacto. Cuando escucho y dicen hay que acabar con el peronismo o con el kirchnerismo… por favor… si con ganar me alcanza, ¿por qué tenemos que llegar al exterminio del otro? Y se los digo como parte de una generación que fue devorada”, enfatizó.
“Es hora de que las instituciones de la Argentina no estén para cuidar los intereses de las corporaciones y de los poderosos”, remarcó Cristina Kirchner, y llamó a “militar y romperse lo que hay que romperse” para evitar el avance de la derecha.

Convocó finalmente a la “tarea militante” de que “cada uno cuente este entramado de desinformación en cuanto a los verdaderos responsables de la situación que vive Argentina en materia de endeudamiento, falta de dólares y corridas que tantas veces han asolado a Argentina”, para que “esta vez la gente pueda decidir con claridad pero sobre todo con información”.
“Basta de pedirle al otro que haga cosas que nosotros no estamos dispuestos a hacer; hay que romperse lo que hay que romperse”, exclamó la exmandataria al cerrar su discurso desde Plaza de Mayo.
La vicepresidenta señaló que antes de 2001 “todo estaba en manos de los privados” y afirmó que “habían contraído deuda externa para sostener la falsa dolarización de los 90”, pero indicó que “fuimos los kukas los que pagamos los depósitos a plazo fijo”.
“Si todo estaba en manos de los privados, ¿por qué la Argentina debía tanta plata? Porque habían contraído deuda externa para sostener la falsa dolarización durante los 90. Esta plaza es testigo de nuestras alegrías pero también de feos recuerdos de los argentinos. Fue poblada de represión a Madres y Abuelas el día que se caía la convertibilidad y se apropiaban de los depósitos a plazo fijo de los argentinos en el famoso corralito. Pero fimos los kukas los que pagamos los depósitos a plazo fijo”, recordó.
“Cuando Néstor llegó al gobierno recibió la deuda soberana defaulteada más grande la historia” y sostuvo que “la reestructuró contra viento y marea, logrando la quita de intereses más importante de la que se tenga memoria”, rememoró Cristina Kirchner, quien agregó que “era la deuda que había sido estatizada en el 82, cuando se iba la dictadura militar y que se contrajo en los 90 para sostener la convertibilidad, la falsa dolarización”.
Con información de la agencia Télam