Foto: cuerpos carbonizados en la prisión bombardeada en Olenivka. Alexander Ermochenko/Reuters.
Los renovados ataques rusos en el frente de Ucrania han dejado una persona muerta en el sur del país y también alcanzaron una escuela en Járkov, dijeron las autoridades este sábado.
El alcalde de la ciudad sureña de Mikolaiv, cerca de donde las tropas ucranianas buscan organizar una contraofensiva, dijo que una persona murió cuando los cohetes golpearon dos distritos residenciales durante la noche, informó Agence France Presse.
Otros seis resultaron heridos en los ataques, que dejaron “ventanas y puertas rotas y balcones destruidos”, escribió Oleksandr Sienkevych en Telegram.
En Járkov, la segunda ciudad de Ucrania, cohetes de un sistema tierra-aire S-300 destruyeron parte de una instalación educativa en un ataque en la madrugada de hoy, publicó The Guardian.
Los bomberos extinguieron un incendio y no hubo informes de víctimas, dijeron las autoridades.
En tanto, Ucrania mató a decenas de soldados rusos y destruyó dos depósitos de municiones en los combates en la región de Jersón, el foco de la contraofensiva de Kiev en el sur y un punto clave enlace en las líneas de suministro de Moscú, informó el ejército.
El tráfico ferroviario a Jersón sobre el río Dnipro se había cortado, dijo el comando militar del sur, lo que podría aislar aún más a las fuerzas rusas al oeste del río de los suministros en la Crimea ocupada y el este.
Funcionarios de defensa e inteligencia de Gran Bretaña, que ha sido uno de los aliados más fieles de Ucrania en Occidente desde la invasión de Moscú el 24 de febrero, describieron a las fuerzas rusas como luchando por mantener el impulso.
Ucrania ha utilizado sistemas de misiles de largo alcance suministrados por Occidente para dañar gravemente tres puentes a través del Dnipro en las últimas semanas, aislando la ciudad de Jersón y, según la evaluación de los funcionarios de defensa británicos, dejando al 49.º Ejército de Rusia estacionado en la orilla occidental del río.
El comando sur de Ucrania dijo que más de 100 soldados rusos y 7 tanques fueron destruidos en los combates del viernes en las regiones sureñas de Jersón, Mikolaiv y Odesa.
El primer subjefe del consejo regional de Jersón, Yuri Sobolevsky, dijo a los residentes que se mantuvieran alejados de los depósitos de municiones rusos.
“El ejército ucraniano se está lanzando contra los rusos y esto es solo el comienzo”, escribió Sobolevsky en la aplicación Telegram.
El gobernador proucraniano de la región de Jersón, Dmytro Butriy, informó que el distrito de Berislav fue particularmente afectado. Berislav está al otro lado del río al noroeste de la central hidroeléctrica Kakhovka.
“En algunas aldeas, ni una sola casa ha quedado intacta, toda la infraestructura ha sido destruida, la gente vive en sótanos”, escribió Butriy en Telegram.
Reuters no pudo verificar de forma independiente los informes.
Funcionarios de la administración designada por Rusia que dirige la región de Jersón a principios de esta semana rechazaron las evaluaciones occidentales y ucranianas de la situación.
En una actualización de inteligencia del sábado, el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña dijo que Rusia probablemente había establecido dos puentes de pontones y un sistema de transbordadores para compensar los puentes dañados en los ataques ucranianos.
Las autoridades instaladas por Rusia en los territorios ocupados en el sur de Ucrania posiblemente se estaban preparando para celebrar referéndums para unirse a Rusia a finales de este año, y “probablemente estaban obligando a la población a revelar detalles personales para componer los registros de votación”, agregó.
El viernes, el ministerio describió al gobierno ruso como “cada vez más desesperado”, después de haber perdido decenas de miles de soldados en la guerra. El jefe de la agencia de inteligencia extranjera MI6 de Gran Bretaña, Richard Moore, agregó en Twitter que Rusia “se está quedando sin energía”.
Ucrania y Rusia han intercambiado acusaciones sobre un ataque con misiles o una explosión que aparentemente mató a decenas de prisioneros de guerra ucranianos en la provincia oriental de Donetsk. El incidente tuvo lugar la madrugada del viernes en la ciudad de Olenivka, en primera línea, en manos de separatistas respaldados por Moscú.
#Ukraine calls on #UN and the #RedCross to investigate deaths of over 50 #Ukrainian POWs in occupied #Yelenivka.
The Red Cross said it was trying to gain access to the burned prison. pic.twitter.com/oZx6G1xYnW
— NEXTA (@nexta_tv) July 30, 2022
El Ministerio de Defensa de Rusia publicó el sábado una lista de prisioneros de guerra ucranianos que, según señaló, murieron y resultaron heridos en lo que dijo fue un ataque con misiles por parte del ejército ucraniano. Dijo que el ataque con cohetes Himars de fabricación estadounidense había matado a 50 prisioneros e hirió a otros 73.
Las fuerzas armadas de Ucrania negaron su responsabilidad y dijeron que la artillería rusa había apuntado a la prisión para ocultar el maltrato de los detenidos allí. El ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, aseguró el viernes que Rusia había cometido un crimen de guerra y pidió la condena internacional.
El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, atribuyó hoy “toda la responsabilidad política, criminal y moral por la sangrienta masacre contra los ucranianos” al presidente ucraniano Volodímir Zelenski, “su régimen criminal y Washington, que los apoya”.
Una organización benéfica vinculada al regimiento Azov de Ucrania dijo en Telegram que no podía confirmar o negar de inmediato la autenticidad de la lista rusa de personas muertas y heridas.
Reuters TV mostró el viernes los restos de un cavernoso edificio incendiado lleno de camas de metal, algunas con cuerpos carbonizados sobre ellas, mientras que otros cuerpos estaban alineados en camillas militares o en el suelo afuera.
Se habían colocado fragmentos de proyectiles sobre un banco de metal azul. No fue posible detectar de inmediato ninguna marca de identificación y no estaba claro dónde se habían recolectado los fragmentos.
El Comité Internacional de la Cruz Roja dijo que estaba buscando acceso al sitio y se había ofrecido a ayudar a evacuar a los heridos.
Ucrania ha acusado a Rusia de atrocidades y brutalidad contra civiles desde su invasión y dijo que ha identificado más de 10.000 posibles crímenes de guerra. Rusia niega haber atacado a civiles.
Con información de la agencia Reuters