Cristina Kirchner: “Todos los procesos inflacionarios de Argentina fueron precedidos por ciclos de endeudamiento”

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó este lunes que “hay un festival de importaciones” en el país, al pedir que el Estado actúe articuladamente para ejercer un mayor control sobre la sobrefacturación de importaciones y la subfacturación de exportaciones, y manifestó su expectativa en que “la presencia de Daniel Scioli” en Desarrollo Productivo y el nuevo titular de la Aduana, Guillermo Michel, “puedan encauzar y reenderezar las cosas”.

En un plenario de la CTA realizado en Avellaneda bajo la consigna “La vigencia de Belgrano. Estado, mercado y precios: producción, trabajo y política social en una Argentina bimonetaria”, la vicepresidenta señaló que “el problema es la escasez de dólares y la economía bimonetaria, porque frente a la necesidad de tener dólares para financiar las importaciones de la producción se forman activos en dólares en el exterior”.

“La economía argentina produce dólares que se evaden bajo muchísimas formas como las importaciones. Sí, hay festival de importaciones y el Gobierno debe pensar cómo articular más adecuadamente entre el Banco Central, el Ministerio de la Producción [Desarrollo Productivo], que es el que administra el comercio exterior, el que autoriza las importaciones, y la AFIP y la Aduana, porque es la que controla y establece los precios de referencia para que no haya subfacturación en el caso de las exportaciones y sobrefacturación en el caso de las importaciones”, dijo.

“Todo esto tiene que ser articulado y esto no estaría sucediendo”, subrayó.

Señaló que para ello se “necesitan leyes”, como la que se discute en el Congreso, que “se impulsó en el Senado y que ahora está en Diputados, de crear el fondo” para pagar la deuda con el FMI. “Esto apunta fundamentalmente a los que habían fugado, pero, claro, nadie la quiere aprobar en Diputados. En el Senado la discutimos y obtuvo media sanción”, marcó.

Recordó que hay “otra discusión” en el Senado sobre el secreto fiscal. “En el Banco Central te dicen: ‘no, hay secreto bancario’. Los de la Comisión Nacional de Valores [CNV] te dicen: ‘no, hay secreto bursátil’. Y la señora AFIP te dice: ‘no, hay secreto fiscal’. Entonces los que tienen y los que han tenido la sartén por el mango y el mango también están de fiesta”, señaló.

“Muchachos, este es un Estado estúpido, un Estado donde no se articula la información que tiene el Banco Central con la información que tiene la CNV con la información que tiene la AFIP para poder desarticular y desarmar la estafa porque han estafado a la Argentina. La han estafado y todos tienen miedo. No, que no puedo hacer eso porque hay secreto. Sí, es cierto que existen, pero tampoco no hay voluntad ni actitud de cambiar las cosas para desarmar lo que ha constituido una verdadera estafa de los argentinos”, aseguró.

La vicepresidenta enfatizó que “hay un festival de importaciones desde hace tiempo. En la Argentina, 600 empresas explican el 75 % de las importaciones y el resto lo explican 24.000 empresas. Esto quiere decir que no es muy difícil controlar esto”.

Sobre la necesidad de dólares, volvió a poner el ejemplo del Grupo Techint que tiene a su cargo la provisión de los caños para el gasoducto Néstor Kirchner.

“Hay que pedirle [a Techint] que los 200 millones de dólares que le tienen que pagar a su subsidiaria Usiminas, en Brasil, la financien ellos o pidan un crédito en el BNDS (Banco Nacional de Desarrollo del Brasil), que lo van a conseguir, y entonces no tengo que darle 200 millones de dólares a 127 pesos por dólar, para que me importen los caños. Estas cosas son también usar la lapicera”, dijo Cristina Kirchner.

“No hace falta pelearse”, dijo la vicepresidenta, y agregó que “hay un importantísimo empresario de Tierra del Fuego que tiene que importar para producir los bienes finales. ¿Qué hicimos durante nuestra gestión? Amablemente, le sugerimos que encontrara una actividad que equilibrara la balanza, hacé algo para exportar, para equilibrar la balanza de los dólares que me cuestan ingresar las importaciones con lo que se generaran exportando. ¿Y qué hizo? Compró barcos, se dedicó a la pesca y durante los cuatro años [de Mauricio Macri] le fue mejor con la pesca que con lo que producía en Tierra del Fuego”.

Luego ejemplificó con “un empresario que importaba grúas y de nuevo le dijimos, exportá algo, y se dedicó a la miel y me acuerdo que nos acompañó a Angola y tuvo que pedir miel prestada para ir a vender a la feria de Angola. Esto es tener funcionarios y funcionarias que funcionen, que se sienten a discutirles. No hay que agacharles la cabeza, no hay tampoco que pelearse, hay que sugerirles orientaciones”.

Cristina Fernández subrayó que “nosotros no teníamos acceso a los mercados de capitales, tampoco hay ahora, pero en ese momento la regulación monetaria y cambiaria te permitía sacar hasta 2500 dólares por mes, hoy, son 200 dólares y tenemos problemas”.

La vicepresidenta aseguró también que “en el mundo de las importaciones han aparecido los jueces y los fiscales. Entre enero de 2021 y marzo de 2022 salieron del país 1847 millones de dólares de importaciones autorizadas por jueces y fiscales, con amparos. Más de 6500 expedientes de amparos”.

“Donde hay una necesidad de dólares, allí habrá jueces y fiscales para darles dólares a los importadores”, ironizó en alusión a los dichos de juez de la Corte Suprema Carlos Rosenkrantz sobre necesidades y derechos, en una disertación en Chile.

En el mismo sentido, la vicepresidenta señaló que “el tema es si las necesidades son del pueblo, no hay derecho, no hay justicia, no hay fiscal y no hay jueces. Si la necesidad es de los poderosos, hay jueces, fiscales, defensores”, subrayó.

“Esto es hoy el partido judicial, porque no hay Poder Judicial en la Argentina, hay partido judicial que ha tomado partido decididamente por los poderosos. En 2021, las importaciones se han pagado al contado. Se incrementaron exponencialmente las importaciones”, subrayó.

Cristina Fernández resaltó que “esta economía bimonetaria que no solamente necesita dólares para pagar las importaciones, es la que también exige los dólares para la fuga y son los dólares también para el atesoramiento porque además salvo para las transacciones domésticas, hasta para comprar una casa o un departamento te piden dólares. Este es el drama, cada vez que el país se endeuda en dólares, la economía bimonetaria hace saltar al país por los aires”.

En el predio del parque La Estación, hasta donde llegaron 1800 delegados de la CTA de todo el país y miles de militantes que colmaron los espacios aledaños, la titular del Senado estuvo junto con el secretario general del sindicato y diputado nacional, Hugo Yasky, y el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación y exintendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi.

Allí aseguró que “este proceso ultrainflacionario que vivimos en Argentina es producto del endeudamiento criminal de los cuatro años del macrismo”.

Así, negó que la causa de la inflación sean el déficit fiscal y la presión tributaria –para eso se valió de cuadros estadísticos con cifras comparativas de países desarrollados y emergentes– y luego rechazó un precepto clásico del neoliberalismo, la reducción del Estado, al subrayar que “el Estado es imprescindible” y que “la reducción al mínimo del Estado es algo que solo queda bien como discurso de ocasión en los medios”.

Durante su mensaje que se extendió por más de una hora, criticó a los “empresarios que miran para otro lado” cuando se describen irregularidades o maniobras que perjudican el interés colectivo, llamó al Estado a recuperar la administración y auditoría de los planes sociales, cuya gestión “no debe ser tercerizada”, marcó.

La expresidenta rechazó que la Argentina sea uno de los países con mayor presión impositiva y que, a pesar de esta situación, el país ocupa el tercer puesto a nivel global en materia de evasión.

Del mismo modo, negó que haya múltiples impuestos, como se sostienen distintos sectores, resaltó que “en el ranking de países evasores, la Argentina ocupa el tercer puesto en materia de evasión”. “La recaudación representa el 28 % del PBI cuando debería representar el 45%”, aseguró.

Por otra parte, indicó que el país ocupa otro podio. En el “podio en los países con formación de activos en el exterior, también somos terceros”, lamentó.

Se trata de “ciudadanos que sacan dólares al exterior; no es que falten dólares, están afuera”, enfatizó.

“Todos los procesos inflacionarios de la Argentina fueron precedidos de un ciclo de endeudamiento”, afirmó.

CGP y Agencia Télam

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