Por Brenda, Morena y Lara

El reclamo de justicia por el triple femicidio de Morena Verdi, Brenda del Castillo y Lara Gutiérrez, las tres jóvenes asesinadas por una banda narco en Florencio Varela, se hizo sentir este sábado en la Plaza de Mayo y el Congreso, en la ciudad de Buenos Aires, en una nueva movilización de Ni Una Menos.

Pasadas las 16 y bajo la consigna “Ninguna víctima es descartable”, la movilización comenzó en la Plaza de Mayo y se desarrolló también en varios puntos del país como Bariloche, Córdoba, Rosario, San Juan y Tucumán.

“Por Lara, por Morena, por Brenda y por todas las que nos faltan”, fue otra de las consignas de la marcha que avanzó por la Avenida de Mayo. La marcha estuvo rodeada de un importante despliegue policial que se ubicó en las calles laterales.

Milagros, prima de Morena, presente en la movilización, apuntó contra la policía por la tardanza en tomarle a las madres la denuncia por la desaparición de las víctimas, por la lentitud en la investigación, y porque “el celular de Pampita apareció en tres horas” mientras que los cuerpos de las jóvenes fueron encontrados varios días después a pesar de que sus teléfonos móviles se habían apagado en el mismo lugar donde fueron asesinadas.

“Vení, vamos a pasarnos tres pueblos porque quedarnos quietas nunca fue una opción”, se leía en un cartel.

El hallazgo de los cuerpos de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez en una vivienda de Florencio Varela puso en primer plano la crueldad de un femicidio que excede el esquema “íntimo” –la pareja o expareja como agresor– para insertarse en otro circuito, más complejo y menos explorado: el de la criminalidad organizada.

Antonio, abuelo de Brenda y Morena, estuvo en la marcha junto con Federico, otro de sus nietos y primo de las jóvenes: “A mí la fuerza me la da todo el país. Yo hablo con las nenas, les pido que me den fuerzas a mí para que puedan descansar a paz, les pido a las organizaciones sociales, a los vecinos que no nos dejen solos”, dijo, y contó que Brenda siempre le decía que ella iba a llevar la manija de adelante de su cajón y ayer pasó al contrario que él tuvo que llevar la manija de los cajones de dos de sus nietas.

“Hoy me tocó a mí tener dos criaturas asesinadas. Esta vez se llevaron tres vidas, mañana se van a llevar cuatro y se van a llevar cinco. Esto no puede seguir así”, expresó Antonio.

Aunque todavía en etapa de investigación, el caso de Florencio Varela se inscribe en una problemática que ya cuenta con estadísticas en el país. Entre 2020 y 2025, se registraron 196 femicidios vinculados al narcotráfico, 128 de ellos en Rosario, según el observatorio Mumalá. En Santa Fe, el 65 % de los femicidios ocurridos en los últimos años se dieron en contextos de criminalidad organizada.

Las cifras generales también son alarmantes: en Argentina, cada 35 horas una mujer es víctima de femicidio. En 2024 hubo 247 asesinatos de mujeres, que dejaron a más de 200 niños sin madre. Hasta agosto de 2025, la Casa del Encuentro registró 164 víctimas y 143 hijos e hijas huérfanos.

Nuevos allanamientos

La causa tiene hasta el momento 12 detenidos y la hipótesis principal de la Justicia es que se trató de un crimen vinculado al narcotráfico. Como autor intelectual, la policía busca a Tony Janzen Valverde Victoriano, de 20 años, conocido como Pequeño J y de nacionalidad peruana.

Este sábado, se realizaron allanamientos en las localidades bonaerenses de Isidro Casanova y Florencio Varela, y pese a que no hubo detenidos vinculados al caso, sí se logró obtener “datos valiosos y nuevos informantes”, según los investigadores.

Pequeño J, acusado de liderar la banda que asesinó a las tres jóvenes.

El primer operativo se llevó a cabo en Florencio Varela donde la policía buscaba a la persona que la organización narco contrató para hacer el pozo donde se encontraron los tres cuerpos. Fuentes de la causa, señalaron que fue un chofer de una aplicación de viajes quien aportó el dato a la policía, ya que ese viernes por la noche llevó a una persona desde la casa donde asesinaron a las jóvenes hasta su domicilio y que estaba “embarrada y transportaba una pala y un parlante”.

El allanamiento en Isidro Casanova fue en un complejo de departamentos donde en alguna ocasión vivió Pequeño J. “Sabemos que salta de departamento en departamento y que cambia de ubicación todo el tiempo. No pagó nunca con billeteras virtuales para que no lo identifiquen, ni se sepan sus movimientos”, detallaron los investigadores. Aunque tampoco hubo detenidos en este operativo, sí secuestraron un arma cargada con trece balas y hallaron cajas con 50 municiones.

Se sumaron a la lista de lo secuestrado cuadernos con anotaciones; cartas; el DNI de un hermano, primos y tíos; también trasferencias en dólares a Perú a un hombre mayor con su mismo apellido y hasta un DNI cortado que sería utilizado para trucar su identidad.

CGP, agencia NA y elDiarioAR
Foto: Lucía Prieto/Instagram

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