El gobernador Gustavo Valdés le pidió al flamante ministro del Interior, Lisandro Catalán, que “levante el culito de la silla de la Casa Rosada y comience a viajar al interior”, en medio de la creciente tensión entre los mandatarios provinciales y el gobierno de Javier Milei.
El dirigente radical cuestionó la falta de vínculo con su provincia tras las elecciones y acusó a la Casa Rosada de sobreactuar con el anuncio de una mesa política, iniciativa presentada la semana pasada por el vocero presidencial Manuel Adorni como un espacio de diálogo con gobernadores y partidos de la oposición.
“Nadie se comunicó. Lo de la mesa llegó solo hasta las redes sociales. Es fácil, puede ser un WhatsApp, un llamado. Cuando transmitís que te vas a jugar, hacés una mesa… Es una sobreactuación”, opinó en Radio 10.
“Tratan de decir que son sensibles, que recibieron un mensaje y están haciendo algo. Pero pasó una semana de la elección bonaerense y dos de los comicios en Corrientes y no hubo contacto”, se quejó Valdés sobre el silencio de la Casa Rosada.
El correntino también vinculó la falta de diálogo con la debilidad legislativa del Gobierno. “En las urnas no les ha ido bien. Es difícil que el Gobierno obtenga lo que quiere en las Cámaras de Diputados y Senadores”, recalcó, aunque aclaró: “Es necesario dialogar y hablar de otras cosas que no están en la urgencia electoral”.
Valdés opinó que el mileísmo “no tiene un frente político armado, consolidado y con relaciones”, y que esa falta “golpea la economía. Al no tener credibilidad, al no tener fuerza política, nadie puede llevar adelante un plan económico, aunque sea sensato”, dijo.
Respecto de qué haría si recibiera un mensaje del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, o de Catalán para encontrarse en la sede del Ejecutivo, Valdés fue tajante: “¿Por qué no vienen ellos? No les cuesta nada. Si sos ministro del Interior, tenés que levantar el culito de la silla y tenés que comenzar a viajar al interior”.
Insistió en la necesidad de mayor presencia federal de los funcionarios: “Esos viajes se pueden hacer para conversar detenidamente y destinar medio día para hacerlo”, planteó. Remarcó, a modo de ejemplo, que “el Gobierno anterior [de Alberto Fernández] estuvo más tiempo en la Antártida que en Corrientes”.
Analizó que el panorama “es muy difícil con una Casa Rosada que cree que el Obelisco es más grande que la Argentina. En realidad, la Argentina es mucho más grande que el Obelisco. No es razonable. ¿Por qué fracasan después? Porque no se toman el tiempo de articular con los gobiernos provinciales. Tenés que trabajar con ellos”.
“Yo quiero que a este gobierno le vaya bien. No importa si es de mi signo político o no. Si a la Argentina le va bien, a Corrientes le va bien. Ahora, cuando vemos nosotros que hay inconvenientes en la provincia, necesitamos hablar y decirles ‘acá nos pasa esto’. Necesitamos que escuchen a la industria y generar infraestructura para que la producción llegue a su destino. Si no la Argentina fracasa”, concluyó.
CGP y La Nación