Casi 120 000 hectáreas fueron arrasadas por el fuego solo en febrero en Corrientes, casi la misma de todo enero, con 128 000, por lo que en lo que va del año cerca de 250 000 hectáreas resultaron afectadas por los incendios en la provincia.
Según datos oficiales, se quemaron 116 000 hectáreas hasta este viernes y, si bien el intenso calor persiste en la zona, con marcas superiores a los 40 °C, los brigadistas lograron controlar el 90 % de los incendios, en un trabajo articulado en territorio con camionetas, autobombas y aviones, bomberos voluntarios y los propios pobladores.
La sequía puso en alerta a todo el sistema de lucha contra el fuego de la Provincia, que incluye a la Brigada de Incendios Forestales (BRIF), conformada tras lo ocurrido en el verano de 2020-2021, cuando las llamas arrasaron un millón de hectáreas de campos y humedales.
En el sur provincial, las zonas rurales más afectadas estos días fueron Santiago Baibiene (departamento Curuzú Cuatiá) y Mariano I. Loza (departamento de Mercedes), “pero ambos focos ígneos fueron apagados”, confirmó el director de Defensa Civil de la Provincia, Eulogio Márquez.
En tanto, todavía preocupan las localidades de Perugorría, en el centro-sur, y La Cruz, en la costa del río Uruguay. “Hay otros focos activos, pero circunscriptos. Allí se trabaja con sistema de cortafuegos y quedó apostada una dotación mínima de guardia”, explicó este viernes el subdirector de esa área, Bruno Lovinson.

Márquez indicó que los incendios “han sido mucho más grandes en lo que va de febrero que en todo enero”. Además, compartió los datos puntuales de zonas afectadas donde confirma esa correlación: en enero solo hubo 127 698 hectáreas quemadas, mientras que desde el 1 hasta el 7 de febrero ya se contabilizaron más de 116 000 hectáreas de campo.
“Estamos atravesando un momento muy difícil debido a la ola de calor, las altas temperaturas y una de las peores sequías. La utilización del fuego está prohibida en toda la provincia. Es fundamental tomar conciencia. Seamos responsables”, señaló el gobernador Gsutavo Valdés al recorrer el jueves las zonas afectadas.
“Esto es un infierno. Es muy triste el panorama que tenemos”, dijo Carina Tomasella, presidenta de la Asociación Rural de Perugorría, en contacto con radio Sudamericana. “Hay una sequía abrumadora. Llevamos tres meses sin precipitaciones importantes”, informó la dirigente rural, que, al momento de la entrevista telefónica, pasadas las 21, recién estaba regresando de la zona afectada por el fuego.
Cerca de ese lugar, en el pueblo de Mariano I. Loza, conocido por los lugareños por Solari, Cindia Mendoza, directora de la escuela rural 919 del paraje Alem Cué, falleció el lunes pasado cuando intentaba auxiliar a su padre en el combate contra las llamas.
Brigadistas, bomberos y agentes de Defensa Civil trabajaban en la tarde del sábado en focos que permanecían activos en Colonia Liebig; en Ita Pucú, en la zona de Mercedes; en Ayuí Grande; en Perugorría, y en María Chica, del departamento de Curuzú Cuatiá.
“La situación es complicada por la meteorología. Hay demasiado calor con un promedio de 38 grados por día, vientos y reina una sequía bastante importante para toda la zona”, contó Lovinson.
Daniel Panario, presidente de la Sociedad Rural (SRA) de Curuzú Cuatiá, calificó la situación como “desesperante”. En declaraciones a canal 5 TV, estimó que en la zona ya se han quemado aproximadamente 25 000 hectáreas en lo que va de febrero. “Nosotros veníamos advirtiendo, el INTA y los servicios meteorológicos también alertaron que esto podía suceder”, lamentó.
Con la asistencia nacional de dos aviones hidrantes, un helicóptero y dos brigadas del noreste del Sistema Nacional del Manejo del Fuego, los equipos provinciales de brigadistas venían interviniendo durante la semana en zonas como La Cruz, Estación Solari y Mantilla.
En el área de los Tres Cerros, se registró el jueves un incendio forestal en una plantación de pinos en Loma Alta. Mientras que en la zona de Aquidabán, más de 20 000 hectáreas ya fueron afectadas por los incendios, según el reporte oficial.
Otro incendio de gran magnitud se registró en una plantación de eucaliptos en Mantilla, donde bomberos de 9 de Julio, Chavarría, Bella Vista, Saladas y Santa Rosa trabajaron desde el miércoles para sofocar las llamas.
Los incendios también provocaron otros problemas de salud en la población, especialmente en las comunidades más afectadas. Más de 50 personas recibieron asistencia médica por quemaduras, picaduras de insectos, irritación ocular, cefaleas y dificultades respiratorias, según informó la Subsecretaría de Atención Primaria de la Salud (APS).
“Se evacuaron preventivamente unas 30 casas en Perugorría, y en Curuzú Cuatiá. No hemos tenido pérdidas materiales todavía”, contó Lovinson.
Las autoridades reiteraron la prohibición de realizar quemas en toda la provincia y solicitaron a la población que denuncie cualquier foco de incendio al 911 o al 101.
CGP, con información de La Nación e Infobae