Foto: Yamandu Orsi y su compañera de fórmula Carolina Cosse, del Frente Amplio, celebra los primeros resultados de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en Montevideo, Uruguay, el 24 de noviembre de 2024. Mariana Greif/Reuters.
• La izquierda alcanzó este domingo la victoria en las elecciones presidenciales de Uruguay, con el candidato Yamandu Orsi, quien obtuvo el 52,05 % de los votos, frente al 47,95 % del centroderechista Álvaro Delgado, según los resultados oficiales.
Delgado admitió su derrota en la noche del domingo, mientras que el presidente Luis Lacalle Pou felicitó a Orsi y expresó su buena voluntad para la transición.
“Seré el presidente del crecimiento nacional”, anunció Orsi, del Frente Amplio, y aseguró que recurrirá al diálogo para encontrar las soluciones que necesita el país.
Según los resultados oficiales, con el 99,13 % de los votos escrutados, Orsi obtuvo el 52,05% de los votos (1 1805 209), comparado con el 47,95% del candidato oficialista Álvaro Delgado (1 092 357).

Con este resultado, Orsi ganó la Presidencia y gobernará Uruguay entre el 1 de marzo de 2025 y el 1 de marzo de 2030.
“Con tristeza, claro que sí, pero sin complejo de culpa, podemos felicitar a quien ganó y tuvo la preferencia. Y lo hacemos con sinceridad y de corazón, con desprendimiento y con un sentido muy republicano”, expresó Delgado.
“El horizonte se está aclarando”, dijo Orsi al dirigirse a miles de partidarios de su partido Frente Amplio en Montevideo, que se habían reunido en un escenario con vistas a la costanera de la capital para esperar los resultados.
“Voy a ser el presidente que llame una y otra vez al diálogo nacional”, afirmó. “El país de la libertad, de la igualdad y también de la fraternidad triunfa una vez más. Sigamos por ese camino”, dijo.
Orsi, de 57 años, exintendente de Canelones, dijo que evitará aumentar los impuestos que podrían asustar a las empresas y, en cambio, se concentrará en atraer inversores, estimular el crecimiento y capacitar a los trabajadores, y auguró por una cooperación más estrecha con Europa en la lucha contra el tráfico de drogas y más financiación para el sistema penitenciario.
Su victoria fue celebrada por la Organización de Estados Americanos (OEA) regional y por otras naciones latinoamericanas de todos los partidos políticos.
La elección entre dos moderados en la pequeña nación de 3,4 millones de habitantes, conocida por sus playas, marihuana legalizada y estabilidad, marca el cierre de un año excelente para las elecciones mundiales, muchas de las cuales sufrieron amargas divisiones políticas.
A diferencia de las marcadas divisiones entre derecha e izquierda en las recientes elecciones en Argentina, Brasil y México, la arena política de Uruguay está relativamente libre de tensiones, con una superposición significativa entre las coaliciones conservadora y liberal que compiten por el poder.
Los altos costos de vida, la desigualdad y el crimen violento están entre las mayores preocupaciones de los uruguayos, pero la inflación había estado disminuyendo en el período previo a las elecciones, y tanto el empleo como los salarios reales están en aumento.
Orsi, que prometió una política de “izquierda moderna”, ganó en la primera vuelta de octubre con el 43,9 % de los votos para el Frente Amplio y se enfrentó a Delgado, que consiguió el 26,8 %, pero también tuvo el respaldo del conservador Partido Colorado, que, junto con su Partido Nacional, obtuvo casi el 42 % de los votos.
Con información de France 24 y Reuters