El noruego Jon Fosse gana el Premio Nobel de Literatura 2023

Foto: Jessica Gow. TT News Agency vía AFP/El País


Considerado una de las voces más destacadas de la dramaturgia contemporánea, el noruego Jon Fosse ganó el Premio Nobel de Literatura de 2023 por “sus obras innovadoras y su prosa, que dan voz a lo indecible”, según destacó el jurado que, con este galardón, reconoció a una leyenda literaria de Noruega.

En una línea que une al poeta y dramaturgo español Federico García Lorca con el autor irlandés Samuel Beckett y con un maestro de la dramaturgia de su mismo origen, Henrik Ibsen, de quien se lo considera su sucesor, se ubica Fosse, nacido en 1959 en un lugar llamado Haugesund, en la costa oeste de Noruega.

Con su teatro, pero también con sus novelas, poesías, ensayos, traducciones e incluso libros para niños, Fosse armó una voz con una musicalidad propia, minimalista y austera en la prosa con pocos signos de puntuación, con silencios y pausas en el teatro, que dejan margen a la interpretación, a lo que no se dice, como ponderó el jurado del Nobel.

“A veces pienso que, como una melodía, lo que escribo se puede cantar en muchos idiomas”, definió en una oportunidad a su escritura.

El reconocimiento a Fosse no solo se lo otorgó la Academia Sueca con el premio literario más universal sino también Europa y su país, donde es una suerte de prócer de las letras, al punto de que tiene una residencia oficial en el Palacio Real en Oslo –en Noruega, el mayor artista es reconocido con una casa real–, fue nombrado caballero de la Orden nacional del Mérito de Francia, reconocido con el Premio de Literatura del Consejo Nórdico y su obra A New Name: Septology VI-VII fue preseleccionada para el International Booker Prize el año pasado.

Fosse se estrenó como dramaturgo en Europa en 1999, cuando se representó Nokon kjem til å komme (Alguien va a venir). Considerada una de sus obras fundamentales, él mismo la califica como la continuación de Esperando a Godot, de Samuel Beckett, que reconoce como una de sus máximas influencias, junto a García Lorca, a quien pondera como uno de sus autores favoritos de todos los tiempos.

“Cuando leo las traducciones de sus versos siempre acabo añadiendo mis notas. Aunque no sé español, he adaptado Bodas de sangre y La casa de Bernarda Alba usando diccionarios en distintos idiomas. Hay un sonido muy particular en su obra y yo traté de capturar la poesía y el ritmo tan claro de su escritura. Lorca escribe una música literaria parecida a la que yo trato de plasmar”, destacó hace un tiempo en una entrevista concedida al periódico El País.

Si bien hoy es considerado una suerte de sucesor de los grandes dramaturgos europeos, lo cierto es que Fosse también es un gran novelista, como demostró en Raudt, svart, su primera novela que este año cumple cuatro décadas de su publicación y que fue el puntapié de un recorrido de más quince ficciones en prosa.

La misma cosecha de reconocimiento se ganó Trilogía, sobre una pareja de adolescentes que va a tener un hijo y que intenta sobrevivir en un mundo complejo y hostil.

En un formato más reducido, otra novela prometedora que se acaba de presentar hace pocos días en España es Mañana y tarde, donde se juntan la vida y la muerte, a partir de la trama que une a un niño que nace y un anciano que muere, ambos con el nombre de Johannes.

El libro lo tradujo al español la editorial Nórdica, sello que tiene distribución local aunque el volumen todavía no circula en nuestro país. En verdad, son muy pocas las obras del noruego traducidas al español incluyendo Trilogía y Septología.

En esta última, escrita como un monólogo, un artista mayor habla consigo mismo como si fuera otra persona y cada parte abre con la misma frase y termina también con la misma oración a Dios.

Prolífica, las obras de Fosse cuentan historias tremendas como buscando una reconciliación con una conexión interior, esencial y excepcional de la vida, como la de una niña que se suicida y que el autor decide narrar de atrás hacia adelante desde el momento de su muerte. O la disolución extraña que vive un hombre muy mayor de quien se sabe la muerte vendrá pronto, la ruptura de un matrimonio que termina en suicidio o un hombre desorientado que en su delirio conduce en su auto hacia la oscuridad y desaparece.

“Escribir es como rezar”, dijo alguna vez. Durante años estuvo cerca a los cuáqueros y ahora es un converso católico no ortodoxo que va a misa. “Antes me consolaba el alcohol; ahora la literatura y las misas”, confesó en otra oportunidad este escritor.

Con información de la agencia Télam

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