La abuela de Nahel llama a poner fin a los disturbios en Francia

Foto: policías antidisturbios franceses caminan junto a un vehículo boca abajo durante el quinto día de protestas por la muerte de Nahel, el 2 de julio de 2023. Juan Medina/Reuters.


Actualización | Se agregan declaraciones de la abuela de Nahel.

La abuela de Nahel M., el joven de 17 años asesinado por la policía durante una parada de tráfico en un suburbio de París, dijo este domingo que quiere que terminen los disturbios en todo el país provocados por la muerte de su nieto, después de una quinta noche de disturbios.

Identificada como Nadia por los medios franceses, dijo que los alborotadores estaban usando la muerte de Nahel como excusa para causar estragos y que la familia quiere calma.

“No destruyan las escuelas, no destruyan los autobuses… Les digo [a los alborotadores] que se detengan”, dijo en declaraciones a BFM TV.

Cinco noches después de la muerte de Nahel, la insurrección en las calles de Francia se vivió entre manifestaciones pacíficas y actos violentos en varias ciudades.

El gobierno del presidente Emmanuel Macron destinó este sábado 45 000 oficiales para responder al levantamiento social.

Según el Ministerio del Interior, la noche del 1 de julio al 2 de julio fue “mucho más tranquila” comparada con las cuatro anteriores. Sin embargo, 719 personas fueron detenidas y ya son 3000 las aprehendidas desde el comienzo de las manifestaciones.

El Ministerio del Interior publicó este domingo un balance de 45 oficiales heridos. No obstante, se desconocen cifras oficiales con respecto al número de víctimas civiles.

En la quinta noche, las tensiones estuvieron concentradas en el norte de París, en donde se siguieron registrando manifestaciones, disturbios, barricadas y detenciones.

Denuncia de intento de homicidio

Otro hecho violento se registró en la residencia de Vincent Jeanbrun, alcalde de la comuna L’Haÿ-les-Roses, departamento del Valle-de-Marne y portavoz del partido político Los Republicanos, que fue vandalizada en la madrugada de este 2 de julio.

Un automóvil en llamas fue empujado hacia la residencia de Jeanbrun, en la que se encontraban su esposa y dos hijos menores del mandatario local. El político calificó este atentado como “una tentativa de homicidio” a través de su cuenta de Twitter.

En la mañana de este domingo, el fiscal Stephane Hardouin visitó el domicilio de Jeanbrun y detalló que la esposa del político y uno de sus hijos se encontraban heridos. Además, afirmó que encontraron una botella que contenía combustible en la escena del crimen.

El gobierno de Macron descartó decretar el Estado de emergencia, una de las medidas reclamadas por la oposición conservadora, que daría “carte blanche” al gobierno para implementar medidas discrecionales. El último registro en la historia francesa de un Estado de emergencia fue en 2015, tras los atentados yihadistas en la capital francesa.

Hasta ahora, la estrategia del Gobierno se concentró en apelar a la responsabilidad de padres y madres sobre los jóvenes menores de edad, que participan en las marchas, y en pedir la identificación de quienes comparten mensajes considerados violentos por el Gobierno en redes sociales.

La Oficina de Derechos Humanos de la ONU resaltó el 30 de junio su “preocupación” relacionada con actos de racismo en las filas de las fuerzas policiales en Francia.

Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en el país europeo, en una rueda de prensa pidió examinar los “problemas profundos del racismo y la discriminación racial entre las fuerzas del orden”.

Nahel era un joven francés de 17 años de edad, de ascendencia marroquí y algerina, formaba parte de un equipo local de rugby y creció con su madre en el suburbio de Nanterre.

Con información de France 24 y Reuters

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