Cecilia Strzyzowski | Antropólogos del Poder Judicial cordobés analizan los restos óseos hallados en el río Tragadero

Integrantes del Equipo de Antropología Forense del Poder Judicial de Córdoba comenzaron este martes a analizar los restos óseos hallados en el río Tragadero, en la ciudad de Resistencia, en el marco de la búsqueda de Cecilia Strzyzowski, luego de que los forenses chaqueños consideraran que se trata de huesos humanos, que se corresponden con falanges de una mano y de un pie.

La diligencia se desarrolla desde las 10 en la sede del Instituto de Medicina y Ciencias Forenses (Imcif) de la capital chaqueña, situado en el kilómetro 1008 de la ruta nacional 11, con la antropóloga Anahí Ginarte y la médica forense Florencia Granton, por pedido del Equipo Fiscal Especial (EFE) que integran los fiscales Jorge Cáceres Olivera, Nelia Velázquez y Jorge Gómez.

Las especialistas analizan puntualmente los restos óseos hallados el 22 de junio pasado tras un rastrillaje realizado en una de las márgenes del río Tragadero, lindero a la chanchería del matrimonio de Emerenciano Sena y su esposa Marcela Acuña (dos de los siete detenidos que tiene el caso), que en principio son humanos “por sus características anatómicas”.

Según el informe del Imcif, el primero de ellos mide 3,5 centímetros de largo y 0,7 de ancho y se corresponde a una falange de una mano; el segundo 3,5 centímetros de largo y 1,3 de ancho que pertenecen a un dedo del pie; y el tercero de 2,5 centímetros de largo y 2,3 de ancho, que “se correspondería a un hueso largo, con uno de sus extremos seccionado, en forma transversal, lo que lo hace estar representado en forma incompleta”.

En el caso del primero, los forenses describieron que posee “una carilla articular troclear como la que se observa en falanges de la mano” y que “por las características cromáticas se podría asumir que fueron sometidas a la acción del fuego”.

Respecto del segundo hueso, correspondería a “huesos de los dedos del pie”, mientras que el tercero es “un hueso del metatarso del pie por las características cromáticas”, que “también hace suponer la acción del fuego”, explica el informe.

Una vez que los especialistas confirmen que se trata de huesos humanos, la tarea estará orientada a analizar mediante cotejos de ADN si pertenecen a Cecilia, la joven de 28 años desaparecida el 2 de junio último y por cuyo presunto femicidio se encuentran acusados y detenidos su esposo, César Sena; los padres de él y cuatro de sus colaboradores.

Los restos fueron encontrados a instancias de la información aportada en su indagatoria por el detenido Gustavo Obregón, chofer de los Sena, en el mismo lugar donde se halló el dije en forma de cruz que fue reconocido por familiares como perteneciente a Cecilia.

De acuerdo con el relato de Obregón, el 6 de junio, es decir cuatro días después de la desaparición de la joven, él y el menor de los Sena se deshicieron de los restos: “Bajamos con las bolsitas, cada uno llevaba una bolsa, y bajamos por un camino, que es como un sendero, que está al costado izquierdo al Campo Rossi, que baja hacia al río (Tragadero). César desata una y larga todo el contenido de la bolsita, en el límite del agua y la costa, y después con la otra bolsita, lo mismo”, contó a los fiscales.

Respecto de los momentos previos de esa situación, Obregón dijo: “Agarramos la pala y las bolsitas, nos vamos caminando en frente de la Virgen, donde se incineró el bulto. Ahí llegamos, yo le abro las bolsas a César (Sena) y él comienza a cargar las dos bolsas, con la pala, juntando las cenizas desde el medio de la quema. Cuando se cargaban las bolsas, en ningún momento vi huesos grandes, pero sí podía observar que había huesos chiquititos”.

El imputado contó que toda la situación que había vivido le “pesaba” mucho, a pesar de que todos los demás imputados “actuaban con normalidad”.

“Vi un bulto envuelto en una manta marrón”

En tanto, Fabiana González, asistente del matrimonio Sena y esposa de Obregón, admitió al ser indagada por los fiscales del caso haber visto “un bulto envuelto en una manta marrón” en la casa de esa pareja el 2 de junio, día en que la joven desapareció, tras lo cual aseguró que salió “corriendo”, informaron hoy fuentes judiciales.

En la declaración que brindó anoche durante más de tres horas ante el Equipo Fiscal Especial (EFE) que investiga el caso, la imputada detalló haber visto ese “bulto” cerca de las 17 de ese día en la misma habitación en la que dijo haberlo visto, pero a las 16, la también detenida Acuña, suegra de Cecilia y madre del también detenido César Sena.

González dijo que en ese momento entendió que lo que acababa de ver podía ser un cuerpo, aunque no aportó detalles de lo que luego hicieron con él, como hizo su marido, Gustavo Obregón, quien fue el que indicó a los pesquisas dónde fueron descartadas dos bolsas con objetos y lo que serían restos óseos de Cecilia.

Los informantes dijeron que al ser preguntada si conversó al respecto con Obregón, González dijo que casi no se hablaba con él, que estaban peleados y que después de ver el bulto discutieron.

Asimismo, la imputada dijo a los fiscales que teme “por su seguridad”.

Con información de la agencia Télam

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