Día 57 | Humo en la planta de la empresa Azovstal Iron and Steel Works, en la ciudad portuaria sureña de Mariúpol, el 20 de abril de 2022. Alexander Ermochenko/Reuters.
El presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó que sus tropas tomaron con “éxito” el control de la ciudad ucraniana de Mariúpol, y ordenó asediar a los últimos combatientes atrincherados en la planta industrial de Azovstal “para que no pase ni una mosca”, sin llevar a cabo un asalto para evitar un alto costo en vidas.
“El fin del trabajo de liberación de Mariúpol es un éxito”, dijo Putin a su ministro de Defensa, Serguei Shoigu, en un encuentro difundido por la televisión en las primeras horas de este jueves, en el día 57 de la invasión a Ucrania.
El mandatario ruso también le indicó que prefería asediar a los últimos combatientes ucranianos en la fábrica de Azovstal, porque un asalto se cobraría demasiadas vidas.
La zona está compuesta por una extensa red de galerías subterráneas.
“Considero que el asalto propuesto de la zona industrial no es apropiado. Ordeno anularlo”, dijo Putin. “Se tiene que pensar (…) en la vida de nuestros soldados y oficiales, no se tiene que penetrar en esas catacumbas y arrastrarse bajo tierra”, prosiguió.
“Bloqueen toda la zona de tal forma que no pase ni una mosca”, ordenó, según reportó la agencia de noticias AFP.
En estas grandes instalaciones industriales de unos 4 kilómetros cuadrados todavía se encuentran 2000 militares ucranianos, según el ministro ruso de Defensa.
“Durante la operación para liberar la ciudad más de 4000 elementos fueron eliminados, 1478 se rindieron. Un grupo conformado por más de 2000 miembros está bloqueado en la planta Azovstal”, dijo Shoigu a Putin, acotó un despacho de la agencia rusa Sputnik.
Putin prometió salvar la vida de los que se rindan.
“Propongan una vez más a todos los que no depusieron las armas que lo hagan. La parte rusa les garantiza la vida y ser tratados con dignidad”, afirmó el líder ruso.
Por otra parte, la viceprimera ministra ucraniana, Irina Vereshchuk, confirmó que en las últimas horas cuatro colectivos lograron abandonar la sitiada ciudad portuaria llevando a bordo a civiles que han soportado varias semanas de sitio de parte de las tropas rusas, en la mayoría de los casos sin luz y con escasísimas reservas de comida y agua.
Desde el inicio de la guerra, el 24 de febrero pasado, la conquista de Mariúpol fue uno de los principales objetivos de las fuerzas militares rusas, ya que se trata de un preciado puerto con salida al mar de Azov que le permitiría ocupar una amplia franja de territorio en el sur y sudeste de Ucrania, desde la anexada península de Crimea hasta las limítrofes provincias separatistas de Lugansk y Donetsk, sometidas, según Moscú, a una política “criminal” por parte de Kiev en los últimos 8 años.
Mariúpol, que alguna vez fue el hogar de 400 000 personas, ha sido testigo no solo de la batalla más intensa de la guerra, sino también de su peor catástrofe humanitaria, con cientos de miles de civiles aislados durante casi dos meses bajo el asedio y el bombardeo ruso.
Los periodistas que llegaron durante el asedio encontraron calles llenas de cadáveres, casi todos los edificios destruidos y residentes acurrucados en sótanos helados, aventurándose a cocinar sobras en estufas improvisadas o enterrar cuerpos en jardines.
Dos incidentes en particular se convirtieron en símbolos de lo que Kiev y Occidente llaman crímenes de guerra rusos: el bombardeo de un hospital de maternidad y, una semana después, de un teatro con cientos de civiles en el sótano. Moscú niega haber atacado a civiles y, sin pruebas, dice que esos incidentes fueron falsos.
Ucrania estima que decenas de miles de civiles han muerto en Mariúpol. Dice que algunos han sido enterrados en fosas comunes, otros retirados de las calles por las fuerzas rusas que utilizan camiones de cremación móviles para incinerar los cuerpos. Naciones Unidas y la Cruz Roja dicen que aún se desconoce el número de víctimas civiles.
Shoigu le dijo a Putin que Rusia había matado a más de 4000 soldados ucranianos en su campaña para tomar Mariúpol y que 1478 se habían entregado. Esas cifras no pudieron ser verificadas. Dos de los que se rindieron son británicos.
Shoigu estimó que 2000 combatientes ucranianos aún permanecían dentro de Azovstal, una de las instalaciones metalúrgicas más grandes de Europa, que cubre 11 kilómetros cuadrados con enormes edificios, búnkeres subterráneos y túneles.
La viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, dijo que era necesario sacar de la planta de inmediato a 1000 civiles y 500 soldados heridos, y culpó a las fuerzas rusas por no establecer un corredor seguro que, según dijo, se había acordado.
Ucrania informó que las fuerzas rusas no lograron capturar completamente Rubizhne, una ciudad de Donbás que ha sido el foco de su avance. La ciudad de Járkov, cerca de las líneas de suministro rusas a esa región, fue objeto de fuertes bombardeos, señaló su alcalde.
Con información de las agencias AFP, Télam y Reuters