Día 27 | Múltiples explosiones en un complejo industrial en Mariúpol, en una captura de pantalla de un video publicado el 22 de marzo de 2022. AZOV/vía Reuters.
Kiev amaneció este martes en toque de queda y con la confirmación de parte del Gobierno de Ucrania de que sus fuerzas militares recuperaron un suburbio clave de la capital, mientras al sur del país, las tropas rusas mantenían el asedio contra la ciudad portuaria de Mariúpol luego de que el presidente Volodimir Zelenski rechazó un ultimátum para entregarla a cambio de la salida segura de civiles.
Las fuerzas invasoras fueron acusadas de causar una catástrofe humanitaria en Mariúpol, donde unas 350 000 personas están atrapadas sin agua ni electricidad.
Ese puerto fue bombardeado sin tregua y más de 2000 personas murieron, según autoridades locales, en lo que el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, calificó como un “masivo crimen de guerra”.
Mariúpol es un blanco clave porque le serviría a Rusia de puente entre las fuerzas en Crimea y los territorios controlados por Moscú en el norte y este, refirió la agencia de noticias AFP.
Zelenski, en tanto, volvió a hacer un llamamiento público a su par ruso, Vladímir Putin, para que acepte un diálogo cara a cara que incluya todos los temas que sean necesarios para alcanzar al menos el fin parcial de la guerra.
En una entrevista publicada ayer por la Compañía Nacional de Radiodifusión Pública de Ucrania, también conocida como Suspilne, Zelenski reconoció que las negociaciones tuvieron pocos avances, por lo que urgió a Putin a celebrar una charla cara a cara abierta a todos los temas, “en cualquier formato”.
“Si tengo esta oportunidad y Rusia tiene el deseo, podríamos abordar todas las cuestiones”, dijo. “¿Resolveríamos todo allí? No, pero existe la posibilidad de que podamos parcialmente al menos detener la guerra”, agregó.
Esta mañana, en la jornada número 27 de la invasión, el Ministerio de Defensa ucraniano anunció que sus fuerzas recuperaron el suburbio de Makariv, en Kiev, después de una feroz batalla.
El territorio recuperado permitió a las fuerzas ucranianas retomar el control de una ruta clave y bloquear a las tropas rusas para que no rodearan Kiev desde el noroeste.

Sin embargo, el Gobierno ucraniano admitió que las fuerzas rusas pudieron tomar parcialmente otros suburbios del noroeste, entre ellos Bucha, Gostomel e Irpin, algunos de los cuales habían estado bajo ataque casi desde que el ejército ruso comenzó la invasión, el 24 de febrero.
Zelenski reiteró la noche del lunes a la televisión ucraniana que Ucrania “ya entendió” que no puede unirse a la OTAN y sugirió que el país estaría abierto a futuras discusiones sobre el estado de Crimea, que Rusia se anexionó en 2014, y la región oriental del Donbás, en manos de los separatistas respaldados por Rusia, pero dijo que ese era un tema para otro momento.
La situación del Donbás, donde están emplazadas las provincias rusoparlantes Donetsk y Lugansk, fue uno de los orígenes del conflicto, ya que Rusia reclamó durante años que Ucrania cumpliera con los acuerdos de paz de Minsk de 2014 y 2015, según los cuales ambas provincias podían votar sus autoridades regionales y tener el idioma ruso como oficial y de enseñanza escolar.
Rusia asegura que ello no ocurrió, sino que, por el contrario, el Gobierno ucraniano mantuvo un enfrentamiento militar “criminal” contra las milicias separatistas que, según cifras de Naciones Unidas, dejó al menos 14 000 muertos entre 2015 y 2021.
La Asamblea General de la ONU reanudará mañana el debate que inició a comienzos de este mes acerca de la situación derivada de la invasión de Rusia a Ucrania, informaron fuentes oficiales.
El encuentro fue solicitado por escrito por Ucrania y varios de sus aliados, y su realización fue confirmada luego por el presidente de la Asamblea, el maldivo Abdulla Shahid.
Alemania, Canadá, Estados Unidos, Estonia, Francia, Georgia y Ucrania, entre otros, desean “estudiar las consecuencias humanitarias de la agresión” rusa, dijeron en carta a Shahid.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, volvió a rechazar la noche del lunes que su país tenga armas químicas o biológicas en Europa y advirtió que en cambio es Rusia el que analiza usarlas en su invasión a Ucrania.
“[El presidente ruso, Vladímir Putin] afirma que nosotros, Estados Unidos, tenemos armas biológicas y químicas en Europa; eso simplemente no es cierto, se lo garantizo; también está sugiriendo que Ucrania tiene armas biológicas y químicas en Ucrania, eso es una clara señal de que está considerando usar ambas”, alertó Biden.
El ayuntamiento de Mariúpol no dio detalles sobre las víctimas o los daños causados por dos bombas.
Ucrania dice que Rusia bombardeó en la última semana un teatro, una escuela de arte y otros edificios públicos, enterrando a cientos de mujeres y niños refugiados en sótanos.
“Una vez más, está claro que los ocupantes no están interesados en la ciudad de Mariúpol. Quieren arrasarla y convertirla en cenizas de una tierra muerta”, dijo el consejo en un comunicado.
Con información de las agencias Télam y Reuters