Los incendios forestales en Corrientes obligan a la fauna autóctona a huir de las llamas. Muchos capibaras, ciervos de los pantanos y osos hormigueros, entre algunas especies, resultan heridos mientras intentan escapar y otros tantos mueren.
Los incendios en la provincia quemaron casi 900 000 hectáreas de bosques y pastizales, alrededor del 12 % de la superficie, incluida la destrucción de hábitats en los biodiversos humedales del parque Iberá.
“Hay sectores del Iberá donde los animales han quedado atrapados”, dijo Sofía Heinonen, directora ejecutiva de Rewilding Argentina, una fundación que trabaja para proteger especies en riesgo.
“Suelen tener el agua como zona de refugio, pero en este caso la extraordinaria sequía reciente ha hecho que se sequen muchas de las lagunas”, dijo Heinonen.
Las imágenes muestran yacarés, capibaras y ciervos de los pantanos huyendo del fuego, algunos quemados.
En medio de un período prolongado de sequía, los bomberos luchan contra las llamas hace ya unos dos meses. El fuego causó daños por millones de dólares a las tierras de los ranchos y negocios agrícolas, además de poner en riesgo la vida de plantas y animales.
“Muchos animales que huyen del fuego son atropellados por vehículos, otros quemados o con problemas respiratorios”, dijo Eric Pelozo, encargado de rehabilitación del Centro de Conservación Aguará, que ayuda a cuidar a los animales del Iberá.
Dijo que algunas especies como los capibaras y los ciervos son más rápidos para escapar, mientras que las serpientes y los osos hormigueros están en mayor riesgo. Muchos animales no tendrían “adónde regresar una vez que termine el fuego”, agregó.
“Recién estamos comenzando con el arduo trabajo de lo que es el rescate de animales quemados o heridos” por el fuego, comentó en un artículo que publica la agencia Reuters.
Heinonen, bióloga, aseguró que las lluvias eventualmente ayudarían a restaurar la tierra, con pastizales recuperándose más rápido, pero las grandes extensiones de bosques quemados tardarían mucho más.
Un informe de las Naciones Unidas de esta semana indica que se espera que la cantidad de incendios forestales extremos aumente un 30 % en los próximos 28 años, con las sequías y la tala de bosques por parte de los agricultores, algo que, según Heinonen, estaba afectando a Corrientes.
“Lo que está sucediendo ahora es extraordinario”, dijo Heinonen, al referirse al impacto de patrones climáticos como La Niña, que generalmente conduce a una disminución de las precipitaciones en partes clave de la Argentina.
“Estamos ante un evento de grandes dimensiones nunca antes visto y entendemos que se debe al calentamiento global que está sufriendo el planeta”, agregó.
CGP