Macri pudo realizar su acto en Dolores, pero no declarar ante el juez por el presunto espionaje en el caso del ARA San Juan

El juez federal de Dolores, Martín Bava, debió suspender este jueves la indagatoria a Mauricio Macri en la causa por espionaje a familiares del submarino ARA San Juan porque el expresidente no fue relevado del deber de guardar secreto sobre temas de inteligencia.

La audiencia en la que Macri iba a ser indagado hoy por las supuestas maniobras de espionaje ilegal desplegadas sobre familiares de los tripulantes del submarino, que se hundió en 2017, debió suspenderse por pedido de su defensa, que alegó que para poder responder necesitaría primero que se le levante el deber de confidencialidad.

La suspensión ocurrió luego de que al exmandatario le leyeron los seis hechos puntuales de supuesto espionaje que se reconstruyeron en la investigación y antes de pasar al momento en el que se le ofrece al imputado hacer uso de la palabra y se le pregunta si está dispuesto a responder preguntas del juez y o del fiscal.

Cerca de las 13, el juez Bava hizo saber a Macri, a su abogado Pablo Lanusse y al fiscal Juan Pablo Curi, que había consultado con la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) si era necesario que le sea levantado el secreto al exmandatario y que la AFI respondió que esa era una facultad de la Presidencia de la Nación.

Fue en ese momento que el abogado de Macri pidió que se suspenda la audiencia bajo el argumento de que era necesario el levantamiento del deber de confidencialidad para que el expresidente pueda hacer ejercicio pleno de su derecho a la defensa en juicio.

El juez Bava le corrió inmediata vista al fiscal Curi que, en forma oral, expresó que coincidía con el planteo de la defensa y sugirió que podía retomarse la audiencia el jueves de la semana próxima.

Ante ese escenario, el magistrado decidió suspender la audiencia y requerir al presidente Alberto Fernández que, “de ser necesario, releve al imputado del deber de confidencialidad obrante en la Ley 25520”, para fijar una nueva fecha de audiencia tan pronto como llegue la respuesta.

Macri arribó en la mañana de este jueves a la ciudad bonaerense de Dolores, donde al mediodía estaba citado para prestar declaración indagatoria en el marco de la causa en la que está acusado de haber promovido el espionaje a familiares de los tripulantes del submarino ARA San Juan, hundido en 2017, durante su gestión al frente del Poder Ejecutivo.

El exmandatario estaba citado para las 12 en el juzgado federal de primera instancia de Dolores, donde lo esperaba Bava, juez subrogante, quien el miércoles fue ratificado al frente de la investigación por la Cámara Federal de Mar del Plata.

A las 10.30, Macri llegó a la sede de la Municipalidad de Dolores, donde mantuvo una reunión con dirigentes del PRO, como Jorge Macri, y el jefe comunal, Luis María Camilo Etchevarren.

Desde antes de las 7, comenzaron a llegar a la sede del Juzgado, ubicado en la calle Buenos Aires en el centro de Dolores, efectivos de la Policía Federal, que cortaron la calle y desplegaron un operativo de seguridad, en tanto que se registró una importante presencia de medios de comunicación.

A dos cuadras, en la plaza Castelli, se montó una especie de escenario en el acoplado de un camión, donde se desarrolló desde de las 11 un acto de apoyo a Macri organizado desde Juntos por el Cambio (JxC), ante un reducido grupo de personas, entre los que había empleados municipales. Entre otros dirigentes, se hicieron presentes Patricia Bullrich, Hernán Lombardi y Fernando Iglesias.

Recusación rechazada

A horas de la indagatoria, el tribunal de apelaciones rechazó la recusación con la cual la defensa de Macri pretendía correr de la causa al juez que el 1 de octubre dispuso que se lo convocara a dar explicaciones por el espionaje a familiares de las víctimas del ARA San Juan.

Los jueces Eduardo Jiménez, Osvaldo Tazza y Rafael Julián le indicaron al juez Bava que en sus próximos pronunciamientos guarde un estilo más mesurado que en los anteriores, pero entendieron que no hay motivos para acceder a la recusación solicitada.

El propio Macri había confirmado días atrás durante su visita a la provincia de Santiago del Estero que se presentaría a la indagatoria, luego de que el juez Bava lo convocó por tercera vez, bajo apercibimiento de declararlo en rebeldía y ordenar su detención a fines de que comparezca en el marco del expediente.

Esta iba a ser la primera indagatoria que afronte el expresidente desde que dejó la Casa Rosada, aunque no la primera de su vida, dado que ya debió responder ante la Justicia en otras causas como la del supuesto espionaje a Sergio Burstein, familiar de una víctima del atentado a la AMIA.

Macri está imputado desde hace más de un año por supuestas maniobras de espionaje ilegal que habrían tenido por objetivo monitorear las actividades de las organizaciones de familiares de las víctimas del hundimiento del submarino San Juan “desde la perspectiva de la afectación a la imagen de la gestión de gobierno”.

Macri está imputado desde hace más de un año por supuestas maniobras de espionaje ilegal que habrían tenido por objetivo monitorear las actividades de las organizaciones de familiares de las víctimas del hundimiento del submarino San Juan.

Se lo acusa de haber ordenado y posibilitado, entre diciembre de 2017 y finales del 2018, “la realización sistemática de tareas de inteligencia expresamente prohibidas por la Ley 25520 y sus modificatorias, consistentes en la obtención de información, producción de inteligencia y almacenamiento de datos sobre personas, por su opinión política o su pertenencia a organizaciones partidarias, sociales, sindicales, comunitarias y de derechos humanos”.

“Entre esas tareas de espionaje prohibidas por ley, se le imputa haber ordenado y posibilitado la realización de numerosas de ellas con el propósito de obtener datos personales e información de los familiares y allegados de los tripulantes del submarino ARA San Juan”, dice la imputación que leerá el juez Bava y que ya fue expuesta en el llamado a indagatoria.

Las acciones ilegales “buscaban influir en la situación política e institucional del país, puntualmente respecto de los reclamos que realizaban los mismos por el hundimiento de dicho submarino y la consecuente muerte de sus familiares, como así también apuntaban a conocer sus actividades, los lugares donde se reunían, sus datos personales y los de su entorno, como la identificación de sus referentes”, se indicó en la imputación.

En las declaraciones previas a la cita con la Justicia, el expresidente Macri intentó desvincularse del supuesto espionaje, cuestionó al juez Bava y dijo que su citación a indagatoria tiene que ver con que el magistrado desconoce cómo trabaja la Casa Militar.

Lo primero que señaló fue que el juez Bava es “manifiestamente incompetente” porque, entre otras cosas, “el ARA San Juan no se hundió en Dolores”, ni él trabajó en Dolores y “los servicios de inteligencia nacionales no trabajan en Dolores”.

En esos dichos, el exmandatario confundió, por lo menos, dos expedientes: aquel en el que se investiga el hundimiento del submarino que tramita ante la jueza federal de Caleta Olivia Marta Yañez, mientras que lo que se investiga en Dolores es el espionaje a los familiares de las víctimas, ocurrido en Mar del Plata.

Macri sostuvo que acusarlo por supuestas maniobras de espionaje ilegal “es desconocer cómo funciona la Casa Militar y la custodia del Presidente, que a cada lugar que va tiene que naturalmente saber con quién se va a reunir”.

Pero los documentos que dieron origen a la denuncia contra Macri no fueron elaborados por la Casa Militar ni encontrados en sus oficinas, sino que, según surge de la investigación, estaban en poder de la base Mar del Plata de la AFI, algo que está prohibido por la propia Ley de Inteligencia.

“Acá estoy en Dolores tratando de entender esta citación sin fundamentos en medio de una campaña electoral”, dijo Macri durante un breve acto realizado en la plaza Castelli de la ciudad bonaerense de Dolores.

“Estamos tranquilos, sabemos lo que hicimos y sabemos de nuestras buenas intenciones”, afirmó el expresidente desde el palco montado en la plaza, acompañado por referentes partidarios, como Bullrich, Jorge Macri, Néstor Grindetti y Lombardi, entre otros.

“Si ellos creen que estos dos años de agresiones, descalificaciones y calumnias van a minar nuestro compromiso con ustedes, están muy equivocados”, afirmó ante algunos militantes del PRO que se convocaron y que alentaban sus palabras al grito de “Sí, se puede”.

“Ya no somos borregos, no tenemos miedo, estamos decididos a pelear por nuestro futuro y el de nuestros hijos”, afirmó el expresidente.

En el tramo final de su discurso, y en clave electoral, apuntó que “el 12 (de septiembre, día de las PASO) dijimos ‘basta’ y el 14 (de noviembre) vamos a volver a ratificarlo por ese futuro juntos”.

Luego, Macri se dirigió caminando dos cuadras hasta la sede del juzgado federal de Dolores.

CGP
Con información de la Agencia Télam

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *