La reapertura de las puertas del recinto de la Cámara baja se dio finalmente este martes a las 11.44, a casi tres meses de la última reunión, que tuvo lugar el 8 de julio pasado, con la presencia del entonces jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, quien brindó esa vez su último informe ante el Congreso de la Nación.
Sin embargo no fue como se esperaba cuando el oficialismo presentó su pedido de sesión. El oficialismo no consiguió el cuórum. A casi 45 minutos del horario de la convocatoria, el presidente de la Cámara, Sergio Massa, dio por caída la sesión cuando estaban presentes 122 diputados. Faltaban 7 para completar el número necesario para sesionar.
La vicepresidenta del bloque oficialista, Cecilia Moreau, intervino para aclarar que los diputados Juan Ansaloni y Esteban Bogdanich acababan de avisarle que estaban estacionando y ya cruzaban para llegar al recinto.
Con ellos no alcanzaba, así que la legisladora oficialista pidió disculpas a los familiares y amigos que habían acompañado a los diputados que deberían haber jurado este martes, y a continuación le pidió al presidente de la Cámara tomar lista de manera verbal para que se conociera quiénes eran los diputados que se encontraban presentes para tratar los proyectos del temario. “Que quede en claro quiénes estamos sentados hoy acá queriendo tratar estas leyes y quiénes están escondidos detrás de las cortinas”, agregó.
La sesión había sido pedida para debatir el proyecto de ley de etiquetado frontal, pero también un proyecto que atiende los derechos humanos de las personas en situación de calle y en riesgo.
El temario, conocido al caer la tarde del viernes pasado, incluía una reforma del Estatuto del Trabajador Contratista de Viñas y Frutales; el régimen previsional diferencial para trabajadores vitícolas y contratistas de viñas y frutales, como así también la declaración de la especie águila harpia como monumento natural nacional.
De todos modos, el interbloque de la oposición y otras bancadas convocaron para las 13.30 otra reunión para intentar consensuar un temario y buscar sesionar esta misma tarde, tras la incorporación de otros temas, entre ellos la Ley Ovina, que tiene dictamen y está en condiciones de debatirse en el recinto.
El oficialismo de la Cámara de Diputados intentó reunir el cuórum en la sesión especial que impulsaba para convertir en ley el proyecto de etiquetado frontal, que advierte sobre los excesos de grasas, sodio y azúcar en los alimentos, mientras que Juntos por el Cambio había anticipado que no colaboraría para reunir el número reglamentario.
“La ley de etiquetado frontal es un buen ejemplo para demostrar que, aun en medio de un proceso electoral, los diferentes espacios políticos podemos avanzar con proyectos que benefician a la gente. Es una pena que algunos estén más preocupados por quedarse con la presidencia de la Cámara que en hacer cosas para la gente. No sorprende, porque es lo que hicieron cuando gobernaron”, afirmó Máximo Kirchner, jefe del bloque del FDT, en declaraciones radiales, al referirse a la sesión de este martes.
CGP
Con información de Parlamentario y Télam