Promueven un semillero de pasturas para que pequeños productores ganaderos generen sus propios forrajes

Con el objetivo de que los pequeños productores ganaderos puedan asegurarse el alimento para su haciendo en inviernos y contingencia climáticas, la Provincia trabaja en un programa que les permitirá generar sus propios forrajes con la posibilidad de multiplicar los beneficios. Y como primer paso hacia la implementación del proyecto, que es llevado adelante entre la Secretaría de Agricultura y Ganadería y el INTA El Sombrerito, en jurisdicciones rurales de San Miguel y Caá Catí se llevaron adelante el pasado martes las primeras Jornadas Forrajeras.

Corrientes sufrió, en la última década, varias situaciones generadas por el clima que terminaron en sucesivas declaraciones de emergencia agropecuaria ya sea por intensas sequías, excesos hídricos y eventualmente sucesiones de incendios rurales.

En virtud de que entre el año pasado y gran parte de este 2021 la provincia registró miles de pérdidas de cabezas de ganado, desde la gestión provincial se decidió avanzar en un programa sustentable de generación de pasturas que garantice la provisión de forraje que, ahora, ya comenzó a ejecutarse.

Como parte de un ambicioso proyecto que en una primera etapa apunta a hacer foco en el Norte y Centro-Norte de la provincia, se comenzó con la instalación de los dos primeros semilleros de pasto Packchong -un híbrido de pasto Elefante y Milleto-, proveniente de Tailandia y que certifica una mayor productividad del forraje.

Las chacras seleccionadas donde se comenzó con el trabajo se encuentran en la EFA Ñande Roga en la Colonia San Antonio  (departamento de San Miguel) y en la estancia El Gringo en Paso Gallego, Caá Catí (departamento de General Paz).

Los responsables de coordinar el proyecto, explicaron a los productores y estudiantes asistentes cuáles son los objetivos motores de esta iniciativa, que en esta primera etapa consistió en exponer y llevar a campo la plantación del cultivo que garantiza una generación multiplicadora de pasturas de 1 en 10.

Se avanzó en demostraciones específicas de cómo generar este híbrido con el que el productor puede asegurarse “alta producción y buena calidad”, en una exposición en la que avanzó desde el laboreo de la tierra, las alternativas de plantación (manual o mecánica) y la cosecha, con el fin primario de conservar la planta para asegurar que siga produciendo.

Aun cuando las jornadas estuvieron focalizadas en el cultivo del pasto Packchong, Gándara también se explayó sobre la generación de otras dos pasturas incluidas en el proyecto: el pasto Nilo y el Tangola, este último sobre todo para zonas bajas ya que no precisa de semillas para su desarrollo.

Todas estos recursos forrajeros son viables para la generación de verdeos en general, y que con un adecuado manejo le pueden permitir al cultivo acceder a más luz, agua y nutrientes para una mayor productividad.

En cada una de las jornadas, que se desarrollaron con todos los cuidados sanitarios por la pandemia del nuevo coronavirus, ya con el suelo labrado, se hicieron las correspondientes prácticas de siembra que, en el caso de la EFA Ñande Roga, fue en forma mecánica con una plantadora (de mandioca) equipada también para la distribución de nutrientes. También se entregaron mudas de pasturas y nutrientes en cada una de las convocatorias.

CGP

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