Paso de los Libres pide vacunar a los camioneros del transporte internacional y acude a la Nación para conseguir dosis. Enfrente, reinan el avance de la cepa P1 y el colapso hospitalario.
Paso de los Libres gestiona vacunas contra la covid-19 ante el Gobierno nacional para inmunizar a los camioneros del transporte internacional en la frontera con Brasil, donde el estado de Río Grande do Sul, en el límite con Corrientes, mantiene la bandera negra, esto es riesgo epidemiológico muy alto sobre la base de la tasa de ocupación hospitalaria y la velocidad de propagación del virus.
El intendente libreño, Martín Ascúa, dijo este sábado que el Municipio gestiona ante el Ministerio de Salud de la Nación el envío a Paso de los Libres de vacunas para poder inmunizar a los choferes del transporte internacional, habilitado entre la brasileña Uruguayana y la ciudad correntina.
“Hablamos con representantes del Sindicato de Camioneros de Corrientes para comunicar que estamos gestionando esas vacunas”, dijo Ascúa en declaraciones a la prensa local.
Si bien el Gobierno provincial vacunó contra la covid-19 al personal del Complejo Terminal de Cargas (Cotecar), los camioneros no fueron incluidos en el plan, como pide la Municipalidad local.
El Municipio de Paso de los Libres ya informó en enero pasado que su vacunatorio propio está en condiciones y capacitado para aplicar las dosis, pero la vacunación sigue en manos del hospital San José, que depende del Ministerio de Salud provincial.
En tanto, en el Concejo Deliberante libreño, el Frente de Todos presentó un proyecto para solicitar la vacunación de los trabajadores esenciales que realizan tareas en el Cotecar y a los choferes de transporte de cargas provincial, interprovincial e internacional con residencia en Paso de los Libres.
El bloque de Encuentro por Corrientes (ECO) no votó la iniciativa, del edil Diego Figueredo, y pasó a archivo.
En Brasil, reinan el marcado avance de la poderosa cepa P1, surgida en Manaos, estado de Amazonas, y el colapso hospitalario, que está impidiendo a los enfermos graves morir en una cama de terapia intensiva. Son más de 2100 muertos promedio por día.
Hay fila para morir en lugares tan icónicos para los argentinos como Copacabana en Río de Janeiro, Florianópolis, Bahía o incluso en la fronteriza Foz do Iguaçú, informa hoy la Agencia Télam.
Son al menos 6.500 pacientes que esperan la fila de camas, 1.500 apenas en San Pablo, el estado que batió el récord de tener más infectados.
El colapso del sistema hospitalario se refleja también en los tres estados del sur fronterizos con las provincias de Misiones y Corrientes: Río Grande do Sul, Santa Catarina y Paraná.
Los relatos de familias desesperadas buscando una cama de UTI con respirador de multiplican. Un juez de Chapecó, a 200 kilómetros de Bernardo de Irigoyen, Misiones, pidió aceptar médicos extranjeros sin rendir examen de equivalencias.
La industria funeraria reforzó en las principales ciudades sus servicios de entierros y cámaras frigoríficas con servicios las 24 horas. En San Pablo, los cementerios municipales recibieron torres de energía para poder tener luz para los entierros de noche y de madrugada.
CGP