El Supremo Tribunal Federal (STF), en una votación histórica, reconoció por 3 a 2 la “parcialidad” y la “persecución política” ejercida por el exjuez Sergio Moro contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, a quien de esta manera le anularon la condena a 8 años de cárcel por la cual estuvo 580 días preso e inhabilitado para ser candidato presidencial en 2018.
La votación es una derrota política para la operación Lava Jato y para el bolsonarismo, que apostaba al rechazo al habeas corpus presentado por Lula en 2018 y que recién este martes tuvo un desenlace.
La votación de la Sala II del STF es una victoria para Lula, que ya había obtenido otra la semana pasada, cuando el juez Edson Fachin le quitó a la operación Lava Jato el caso del expresidente por cuestiones de jurisdicción.
Esta vez votaron a favor de Lula los jueces Gilmar Mendes, Ricardo Lewandowski y Carmen Lúcia Antunes, quien cambió su posición al considerar que desde 2018 se conocieron los abusos de Moro contra el líder del PT, aunque pidió que esta decisión no sea extendida a todos los otros condenados por Lava Jato.
Votaron en contra Fachin y Kassio Nunes Marques, el magistrado designado por Bolsonaro, que defendió el derecho de defensa de Moro.
Los jueces que acataron el habeas corpus entendieron que Moro cometió ilegalidades en la instrucción del proceso, usando arbitrariedades y hasta la pinchadura de teléfonos del equipo de abogados del expresidente.
El caso vuelve a foja cero y deberá ser determinada otra investigación.
La ‘suspeição’ de Moro acordada por el STF concierne a un único caso de las dos condenas dictadas hasta ahora contra Lula en el tribunal de Curitiba, donde actuaba el exjuez.
Se trata del caso de un tríplex en el litoral de San Pablo, del cual Lula era beneficiario, según la acusación, a cambio de contratos ofrecidos a constructoras en la estatal petrolera Petrobras.
Moro dictó en 2017 una sentencia en su contra de 9 años y 6 meses de cárcel, llevados a 12 años y un mes en enero de 2018 por un tribunal de segunda instancia y reducida después a 8 años y 10 meses en 2019 por una corte superior.
El habeas corpus también tendrá influencia sobre una segunda condena contra Lula por una quinta en Atibaia, en el interior de San Pablo, por la que está condenado, pero esta causa fue anulada.
“A mi entender, todos los casos en los que actuó Moro contra Lula deben ser anulados porque la parcialidad es de persona a persona; si él es considerado parcial para un caso, lo es para todos”, explicó el abogado criminalista Luciano Quintanilha de Almeida, del reconocio estudio Vilardi & Associados, de San Pablo.
De todos modos, la anulación de los casos por jurisdicción deberá ser votada a partir de fin de marzo por el pleno del STF y esto sí le podría anular todos los procesos a Lula, quien actualmente está libre para participar de las elecciones de 2022.
Lula estuvo 580 días preso en la sede de la Policía Federal de la ciudad de Curitiba, donde estaba radicada la operación Lava Jato, con una condena en tres instancias.
Filtraciones hechas por un hacker mostraron el complot de Moro y el equipo de fiscales de Lava Jato dirigida por Deltan Dallagnol, en la cual lanzaban acciones de persecución contra dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT) y la familia de Lula, a quien llamaban “Nine”, burlándose de la pérdida de un dedo del expresidente cuando era un tornero mecánico.
En su voto, el juez Mendes, el más crítico de Lava Jato, a la que comparó con la Stasi y la justicia del stalinismo, también se preguntó: “Después de todo esto, ¿alguien le compraría un coche usado a Moro?”.
La decisión es una victoria para Lula, que presentó un recurso de habeas corpus ante el Supremo hace más de dos años en cuanto Moro anunció que aceptaba la invitación del presidente Jair Bolsonaro para ser ministro de Justicia.
El exjuez salió del Gobierno con un portazo acusando al mandatario de injerencia para proteger a sus hijos ante investigaciones judiciales.
Con información de la Agencia Télam y elpais.com
Foto: Reuters