PANDEMIA | “Los psicólogos son hoy personal esencial”

Por Mirta Merino

A un año del inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO), CGP consultó a Vanesa Barreiro Svetina, licenciada en Psicología (MP 622) sobre los efectos de la pandemia en la sociedad y el rol de los psicólogos en la asistencia a través de una nueva modalidad: lo virtual.

—¿Cómo afectó la pandemia y el covid-19 a las personas que padecen trastornos de ansiedad?

—El confinamiento al que tuvimos que someternos debido al covid-19 trajo en toda la sociedad, en mayor o menor medida, cambios y alteraciones de ánimo. Todos hemos experimentado esto y se incrementaron exponencialmente los casos de estrés psicológico y el agravamiento en casos de trastornos de ansiedad.

Las personas que padecen ansiedad carecen de recursos para tramitar sus miedos y preocupaciones, ya que estos son excesivos. Carecen los recursos internos necesarios para hacerlo. La pandemia, el estar aislados, lejos de los seres queridos, parados frente a mucha incertidumbre, atravesando lo hasta ahora desconocido, el miedo a la enfermedad y la muerte han tenido un impacto muy fuerte.

—¿Aumentaron las consultas a raíz de la situación que se está viviendo?

—Sí, las consultas han aumentado. Los psicólogos, sin duda, hoy son personal esencial en este proceso. Hemos tenido que aprender a acompañar desde casa, en horarios inusuales, a través de encuentros virtuales, estando comunicados telefónicamente en mayores franjas horarias. De a poco, retomando la presencialidad, tratando de estar presentes para acompañar este proceso que nos atraviesa a todos y que ha cambiado los paradigmas y las maneras de hacer.

La ansiedad hoy está fuertemente presente en nuestra sociedad, en los diferentes grupos etarios y sociales, y es muy importante el trabajo en la salud mental de la población.

—¿Cómo fue la aceptación y adaptación a esta nueva modalidad virtual tanto para ustedes como profesionales como para los pacientes?

La virtualidad nos atraviesa a todos. Es nuestra nueva realidad y cada uno va adaptándose en sus tiempos y formas. Es un modo que nos ha enseñado a “estar” cuando no era posible hacerlo. A los profesionales nos enfrentó a replantear nuestros marcos y espacios de trabajo, a conocer otras maneras de acompañamiento que para algunas líneas hubiesen sido difíciles de aceptar tiempo atrás. Para los pacientes, también tuvo un camino de adaptación poder aceptar la virtualidad. Pero todo esto resultó muy óptimo, sobre todo en aquellos cuadros en que los pacientes han quedado con miedo a salir a la calle nuevamente. Nos permite poder trabajar con ellos frente a este impedimento.

Convivir con trastornos de ansiedad no es nada simple, pero hay maneras de salir adelante. Por suerte, existen hoy muchas técnicas, aparte de las que brindan la psiquiatría y la psicología, como las de respiración, y prácticas como el yoga y formas de vivir diferentes, potenciando el contacto con la naturaleza y la actividad física.

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