El Gobierno ruso denunció este miércoles que Estados Unidos libra una “guerra económica” en su contra, después del anuncio de Washington de un embargo sobre las importaciones de petróleo y de gas rusos, entre otras sanciones.
“Estados Unidos declaró la guerra económica a Rusia y está librando esa guerra”, dijo el portavoz presidencial ruso, Dimitri Peskov, en rueda de prensa, citado por la agencia rusa de noticias Sputnik.
El vocero subrayó que su gobierno priorizará los intereses nacionales para derrotar a los estadounidenses.
Numerosos países, entre ellos los occidentales, optaron –en vez de un enfrentamiento militar– por implementar una ola sin precedentes de sanciones económicas contra Rusia, que busca asfixiar a Moscú por la invasión a Ucrania, iniciada hace 14 días.
Este martes, Estados Unidos y el Reino Unido profundizaron esta estrategia al anunciar un embargo sobre las importaciones de hidrocarburos rusos.
Europa, en cambio, se niega por el momento a decretar una medida similar sobre esas importaciones, que cubren el 40 % de sus necesidades de gas natural y el 30 % de petróleo.
La lista de empresas occidentales que salen de Rusia también aumenta, lo que hace temer despidos masivos.
Los efectos del paquete de sanciones golpearon duro al rublo, que sufrió una importante devaluación e impacto también en los precios internacionales del petróleo, gas y trigo.

Las sirenas antiaéreas sonaban este miércoles de modo intermitente en la capital de Ucrania luego de que el Ejército dijo que estaba reforzando defensas en ciudades cercana a Kiev y otras del sur y el este del país, amenazadas por fuerzas rusas, en medio de nuevos esfuerzos para evacuar a civiles de zonas urbanas asediadas u ocupadas.
Autoridades ucranianas dijeron que Rusia acordó un nuevo alto el fuego de 12 horas a lo largo de varias rutas, o “corredores humanitarios”, para evacuar hoy a civiles de ciudades, entre ellas la sureña y portuaria Mariupol, escenario de una de las situaciones más desesperantes desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, hace 14 días.
El gobernador de Sumy, una ciudad del este, dijo que los automóviles civiles saldrían por segundo día a través de un corredor seguro establecido hacia Poltava, más al oeste.
"Ukrenergo" reports that the Chernobyl nuclear power plant is de-energized due to the actions of the #Russian military
"The hostilities continue, making it impossible to repair work and restore power supply. The town of #Slavutich is also de-energized." pic.twitter.com/yDUfVbLrWA
— NEXTA (@nexta_tv) March 9, 2022
Pero al mediodía en Ucrania no había confirmación de que alguno de los otros corredores de evacuación se hubiera abierto con éxito, incluida una ruta fuera de Mariupol, considerada la más urgente, donde la Cruz Roja describió las condiciones como “apocalípticas”.
El alcalde de Enerhodar, sitio de la planta de energía nuclear más grande de Europa que las fuerzas rusas tomaron la semana pasada en una batalla que generó alarma mundial, dijo que se permitiría la entrada de suministros humanitarios y que los autobuses llevarían a los residentes en el camino de regreso.
La mayor preocupación humanitaria es Mariupol, un puerto del sur rodeado por tropas rusas desde hace más de una semana.

Los residentes se refugiaron bajo tierra de los bombardeos implacables, sin poder evacuar a sus heridos y sin acceso a alimentos, agua, electricidad o calefacción. Los altos el fuego locales para dejarlos salir han fracasado desde el sábado.
Kiev dijo que 30 autobuses y ocho camiones de suministros no pudieron llegar el martes después de que fueron bombardeados por Rusia en violación del alto el fuego. Moscú culpa a Kiev por no detener el fuego.
Más de 2 millones de personas huyeron de Ucrania desde que el presidente Vladímir Putin lanzó la invasión, hace casi dos semanas. Moscú llama a su acción una “operación militar especial” para desarmar a su vecino y desalojar a los líderes que llama “neonazis”.
Kiev y sus aliados occidentales lo descartan como un pretexto sin fundamento para una guerra no provocada contra un país democrático de 44 millones de personas.
El operador de la planta de energía nuclear de Ucrania dijo que estaba preocupado por la seguridad, tanto en Enerhodar como en Chernóbil, sitio inactivo del peor desastre nuclear del mundo, donde dijo que un corte de energía debido a los combates significaba que el combustible nuclear gastado no podía enfriarse.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, reconoció que las facturas de los estadounidenses aumentarían, pero dijo que era necesario restringir la capacidad de Rusia para hacer la guerra.
“El pueblo estadounidense asestará otro poderoso golpe a la maquinaria de guerra de Putin”, dijo.
Gran Bretaña dijo que eliminaría gradualmente el petróleo ruso para fines de 2022, mientras que la Unión Europea publicó planes para reducir su dependencia del gas ruso en dos tercios este año.
Rusia está desesperada por algún tipo de victoria en ciudades como Mariupol y Kiev, antes de negociar la paz, escribió Vadym Denysenko, asesor del ministro del Interior de Ucrania, en Facebook el miércoles. “Por lo tanto, nuestra tarea es resistir durante los próximos 7 a 10 días”, dijo.
Los ucranianos temen que el próximo gran objetivo sea Odessa, el principal puerto de Ucrania en el mar Negro. Los residentes se preparan para defender la ciudad histórica de 1 millón de habitantes, un centro cultural políglota con amplia resonancia tanto para ucranianos como para rusos. Una pancarta azul y amarilla gigante que decía “Odessa-Ucrania” estaba colocada sobre sacos de arena en el centro de la ciudad casi desierto.
“No le entregamos Odessa a Hitler, y no se la entregaremos a nadie más”, dijo Galyna Zitser, directora de la Filarmónica de Odessa, que el martes realizó su primera actuación desde que comenzó la crisis.
Con información de las agencias Télam y Reuters
Foto: Militares ucranianos evacuan a una persona a través del río Irpin, debajo de un puente destruido mientras continúa el ataque de Rusia a Ucrania en Irpin, en las afueras de Kiev, Ucrania, el 9 de marzo. Thomas Peter/Reuters.