El carnaval de Río de Janeiro recuperó este año la alegría de vivir con un espectáculo en el sambódromo Marqués de Sapucaí rebosante de fantasía y desparpajo, después de las restricciones por la pandemia y los chisporroteos con la administración de Jair Bolsonaro.

En el célebre recinto carioca, unas 70 000 personas se entregaron en cuerpo y alma al vibrante ritmo de la samba y a la creatividad de las escolas, que durante meses confeccionan con ahínco miles de exóticos disfraces y decorados.
Carnaval de Rio de Janeiro se despide con una inyección de alegría
Los brasileños celebraron este año con especial entusiasmo luego de dos años de restricciones por la pandemia. /pl pic.twitter.com/7InDBqCQtv
— DW Español (@dw_espanol) February 21, 2023
La pandemia del covid-19 forzó la suspensión de la edición de 2021 y restringió la de 2022, celebrada excepcionalmente en abril.

En total, 12 escolas desfilaron este domingo y lunes: cada una con varios miles de personas que recorren al unísono los 700 metros de la pasarela del sambódromo, incluidos decenas de turistas que pagan varios cientos de dólares para formar parte del delirio carnavalesco.

Las agrupaciones disponen de entre 60 y 70 minutos para convencer al jurado de que su enredo, el nudo temático que cada año eligen, es el mejor en cuanto a letra, percusión, trajes, carrozas y puesta en escena en general.

Si bien en los últimos años el espíritu de resistencia y denuncia del gobierno de Bolsonaro fue más o menos explícito, en esta edición las escolas exaltaron sobre todo los orígenes africanos del carnaval brasileño y figuras de la samba.
Carnaval de Rio, otro nivel. 🎉🎊 pic.twitter.com/V6OjLty29K
— Ruben Cima (@rubencima) February 19, 2023
En el estado de San Pablo (sureste), la fiesta se vio ensombrecida por la tragedia: al menos 40 personas murieron el fin de semana por fuertes lluvias en el litoral norte, que acoge a miles de visitantes durante estas fechas festivas.
Con información de AFP