Investigadores agrupados en la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (Raicyt) se manifestaron este miércoles en contra del desfinanciamiento de parte del gobierno de Javier Milei, en una movilización en la que se recreó la nieve mortal de El Eternauta.

Con el lema “Nadie se salva solo”, la protesta, que finalizó en el Polo de Ciencia y Tecnología, en la ciudad de Buenos Aires, fue convocada “para dar luz a todo el desgaste” que existe en el sector y con el objetivo “de evitar que nuestro país se quede sin ciencia, sin tecnología y sin futuro”, aseguraron.
Los científicos señalan que nunca, durante la democracia, la inversión en ciencia y tecnología “fue tan baja” en el país, incluso, “es aún menor que en 2002 y se acerca a la realizada por la última dictadura militar”.
“Desde el inicio del gobierno de Javier Milei, la ciencia nacional perdió 4.148 profesionales. Entre diciembre de 2023 y abril de 2025, con una inflación acumulada del 204,9%”, los salarios de los investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) “cayeron un 34,7 %, en términos reales, y los salarios en las universidades nacionales sufrieron la baja de un 27,9%, por debajo del nivel de 2002”, aseguraron desde Raicyt.

Con semejante retroceso, “no pueden pagarse servicios esenciales”, como los de electricidad, limpieza y seguridad, tanto en los laboratorios como en los centros de investigación, además, de que no hay insumos ni mantenimiento de equipamientos e infraestructura y no se ejecutan créditos internacionales “otorgados en el gobierno anterior”.
“El Gobierno reconoce que no está cumpliendo la Ley 27.614 de financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación y lo justifica diciendo que ‘nunca se cumplió lo establecido’. En lo que va del 2025, el presupuesto representa sólo el 0,157 del PBI, menos de la mitad de lo que fue en 2023 (0,302%)”, señalaron.

Confirmaron que en el Conicet están cerrando nuevos ingresos porque una gran cantidad de jóvenes científicos, que se forman en las universidades nacionales, tienen que emigrar o dejar sus carreras. Incluso, 845 aspirantes, cuyas incorporaciones habían sido aprobadas en 2022, quedaron suspendidas.
Además, informaron que se suspendió “toda la financiación de las actividades científicas” porque “no hay fondos para reactivos de laboratorio ni insumos para mantener los servicios mínimos” de los centros científicos: “No se repara ni actualiza el equipamiento porque toda la inversión en infraestructura de ciencia y tecnología se va perdiendo día a día”, concluyeron.
CGP, con información de elDiarioAR
Fotos: @raicyt_ar