La violencia enturbia el final de la campaña para las PASO

Un hombre murió en las inmediaciones del Obelisco de Buenos Aires después de una represión de la Policía de la Ciudad a una protesta que realizaban agrupaciones políticas de izquierda y organizaciones sociales, convocada “contra la farsa electoral y la democracia del pueblo”.

El fallecido fue identificado como Facundo Molares, de 47 años.

“Estábamos terminando el acto y desconcentrando. Se meten policías a desalojarnos. Ahí detienen a un compañero. Lo vamos a sacar y vienen todos a reprimirnos. En esa situación detienen a cuatro compañeros más y a Facundo Molares, que se descompensa”, denunció Luciano Lupi, referente de la agrupación Fogoneros, antes de conocerse el desenlace.

Militantes de esta organización, del Movimiento Teresa Rodríguez, Votamos Luchar y Movimiento Rebelión Popular, del que formaba parte Molares, se manifestaban contra la “farsa electoral” y por “la democracia del pueblo”, cuando “la policía arremetió” contra los manifestantes”, indicaron desde una de las agrupaciones.

Por su parte, la oficina de Prensa del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) informó que el hombre “murió de un paro cardíaco”. “El SAME reportó que el hombre, de entre 40 y 45 años, sin documentación, fue trasladado al Hospital Ramos Mejía desde el Obelisco”, dijo el escueto comunicado.

Añadió que “durante más de media hora se le hicieron maniobras de reanimación, hasta que se constató el fallecimiento” y sostuvo que “las causas del deceso se relacionan con un paro cardíaco producto de factores de riesgo”.

La investigación

La causa está a cargo de Manuel Gorostiaga, del Juzgado Criminal y Correccional N.º 2 y quien instruye la investigación es la fiscalía de turno, la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 30, que dirige Marcela Sánchez.

La fiscalía confirmó que el fallecido es Facundo Molares y que la causa está caratulada como “averiguación de causales de muerte”, a la vez que ordenó apartar a la Policía de la Ciudad del caso y que intervenga en su lugar la Policía Federal Argentina (PFA).

La fiscalía, que impartió directivas para “identificar a todos los efectivos de la Policía de la Ciudad que participaron en el operativo” en el Obelisco, también ordenó “el traslado del cuerpo a la morgue judicial para su correspondiente autopsia”.

También pidió “el secuestro de todas las cámaras de seguridad de la zona” y la recopilación de los videos que circulan en redes sociales, en los que se observa a Molares en el piso rodeado de efectivos policiales y recibiendo maniobras de RCP.

Las repercusiones

La comisaría 1-B, con jurisdicción en el Obelisco, es la que comandaba el operativo, siendo los efectivos de la División Operaciones Urbanas de Contención (DOUC) de la Policía de la Ciudad quienes concretaron los arrestos, entre ellos el de Molares.

Sobre los hechos, el ministro de Seguridad porteño, Eugenio Burzaco, sostuvo que la policía “avanzó” sobre los manifestantes luego de que “comenzaran a agredir con palos” a los efectivos y que al ser detenidos “uno de ellos tuvo algunos problemas de tipo cardíaco”.

“La policía le hizo RCP, en 10 minutos llego la ambulancia, siguió el proceso, lo trasladaron al Hospital Ramos Mejía y el manifestante falleció allí”, indicó Burzaco en declaraciones a La Nación+.

En ese sentido, el funcionario defendió el accionar de la fuerza de seguridad y dijo la muerte de Molares “no tiene que ver con la acción policial”.

“Hay muchos testigos, tuvo un infarto la persona. Es un hecho lamentable, falleció producto de un problema cardíaco”, detalló.

En tanto, el titular del SAME, Alberto Crescenti, precisó que la ambulancia acudió al lugar a asistirlo a las 17, que se lo intentó reanimar con distintas maniobras y con cardiodesfibrilador, pero que falleció a las 17.45 en el Hospital Ramos Mejía.

“Hay que ver si esto no es un infarto masivo. Hay que esperar la autopsia”, dijo Crescenti en diálogo con La Nación+.

Por su parte, las seis personas que fueron detenidas en la protesta fueron llevadas a la comisaría 13.ª, en el barrio de Caballito.

La Policía de la Ciudad informó que la intervención policial se dio cuando efectivos de esa fuerza quisieron impedir que se prendiera fuego una urna por parte de los manifestantes.

“Marcha del MST, quisieron prender fuego una urna. No se los dejó. Empezaron a agredir. Al momento de las 4 detenciones uno de ellos comenzó a convulsionar. Se llamó al SAME y se lo llevó al Ramos Mejía”, indicaron fuentes de la policía porteña.

Luego de la protesta, una integrante de la agrupación Fogoneros indicó a la prensa que antes de ser reprimidos se “estaban manifestando” y aseguró que no realizaron ningún corte de calle.

“Se llevaron a un compañero sin signos vitales de la golpiza que le dieron, le estuvieron haciendo RCP”, indicó la militante Rosana.

Los manifestantes indicaron a esta agencia el nombre de los detenidos: Jimena Cejas, Lucía Machado, Alicia Machado, Horacio Ferreyra, Rubén Yaquet y Hernán Loyola, todos llevados a la comisaría 13.ª.

En este marco, el Encuentro Memoria Verdad y Justicia convocó a concentrarse en el Obelisco en repudio al “asesinato de Facundo Molares” y por “la represión a un conjunto de compañeros” en el microcentro porteño.

Organizaciones sociales y de derechos humanos convocaron a concentrarse en el Obelisco mañana a las 10 para repudiar el hecho y el accionar policial.

El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) repudió el accionar de la policía porteña y remarcó: “Morir por participar en una protesta no tiene nada que ver con la vida democrática. La muerte de Facundo tiene que esclarecerse. Las autoridades deben dar un mensaje claro y contundente de que esto no puede pasar en la Argentina”.

La Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) se expresó redes y afirmó: “Repudiamos la violenta represión de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires que asesinó a un compañero en el Obelisco. Acompañamos a la familia y allegados/as en este momento crítico. Se cruzó un límite intolerable”.

Molares, que integró las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) durante 15 años, tenía problemas de salud producto de los tres disparos de bala que recibió en una represión a una manifestación durante el gobierno de facto de Jeanine Áñez en 2019 en Bolivia, donde estuvo internado en coma 23 días.

El último adiós a Morena

En tanto, los restos de Morena Domínguez, la niña de 11 años asesinada por motochorros que le robaron sus pertenencias cuando llegaba a la escuela en el partido bonaerense de Lanús, fueron inhumados en el cementerio municipal situado en la localidad de Remedios de Escalada tras ser velados la noche del miércoles y el mediodía de este jueves en la casa de su padre.

Entre aplausos y pedidos de justicia de familiares, vecinos y compañeros, el féretro con los restos de la víctima fue retirado cubierto con coronas de flores a las 12.50 de la vivienda de su padre, ubicada en la calle Itapirú al 4300, de Lanús, donde se realizó el velatorio.

Durante su trayecto, el cortejo realizó una parada en la Escuela Almafuerte N.º 60, ubicada a media cuadra del lugar en el que la niña fue asaltada ayer a la mañana, donde se encontraban las autoridades del establecimiento, el personal docente y alumnos con globos blancos que decían “Justicia por Morena”.

En ese lugar, los niños que eran compañeros de colegio de la víctima se acercaron hacia el féretro para despedir a Morena con gritos y llantos desconsolados.

Tras ello, el coche fúnebre continuó su camino en dirección al cementerio situado en Coronel Aguilar al 3000, del mismo partido bonaerense, ante la mirada de numerosas personas que se encaminaron detrás, acompañando a pie y en silencio su paso.

Alejandro Santa Cruz/Télam

Luego de recorrer 10 kilómetros, el cortejo llegó pasadas las 14.20 al cementerio municipal de Lanús, donde fue realizado un breve responso del que participó el círculo íntimo de Morena.

Finalmente, una vez concluida la ceremonia religiosa, el hermano de Morena, Bruno, y su papá, Hugo, se fundieron en un cálido abrazo, para luego trasladar el ataúd de la niña.

Antes, en el transcurso de la mañana, conocidos del barrio y familiares se acercaron a la casa del padre de la niña para dar el pésame a la familia.

Uno de los hermanos de Morena, Bruno, manifestó entre lágrimas que “era una chica muy buena, era un pan de Dios” y que cuando ocurrió el asalto él dormía en la casa de su papá mientras que su hermana estaba al cuidado de sus abuelos maternos.

“Yo la verdad estoy muy mal, perdí a mi hermana. Todavía no comí, no dormí, pensando en que no voy a tener más a mi hermana. La verdad voy a extrañar todo, si ella era mi vida”, expresó el joven, quien se hallaba en compañía de Griselda, la dueña del comedor adonde acudía regularmente Morena.

En tanto, un abuelo de Morena, identificado como Fabio García, expresó su pesar y dijo: “No es justo que maten a una niña por un celular que no servía y 100 pesos”. Y pidió que los acusados “se pudran en la cárcel”.

El hecho ocurrió minutos antes de las 7.30 del miércoles, cuando Morena fue asaltada en momentos en que llegaba a la Escuela Almafuerte N.º 60, situada en la calle Molinedo al 3200, de la localidad de Villa Diamante, partido de Lanús.

La secuencia quedó grabada por una cámara de seguridad municipal que se convirtió en una prueba clave de una causa, ya que allí se observa que Morena cae al asfalto cuando es abordada por los dos motochorros, tras lo cual el que viajaba como acompañante se bajó para agarrar alguna de sus pertenencias y luego volvió a abordar el vehículo para escapar.

Un automovilista que fue testigo de la secuencia intentó encerrar a los delincuentes, que también fueron corridos por un barrendero, pero éstos lograron escapar del lugar a toda velocidad, según quedó también registrado por la cámara.

También se vio que, luego de la huida de los delincuentes, un hombre se acercó a asistir a la víctima, pero la niña quedó sentada en el asfalto sin poder reincorporarse.

Se trata de Carlos Rodríguez, padre de otra alumna de la escuela, quien este jueves, en una entrevista con Radio Con Vos, recordó que cuando se acercó a Morena la vio “muy mal”.

“Yo la alzo y lo único que me dijo fue: ‘No puedo respirar’. Y se ve en el video que la agacho porque pensé que se quedó sin aire. Me alcanzó a decir que la lleve con la mamá (…) la veo muy mal a Morena, cambió su color de piel, se puso muy pálida”, describió, acongojado.

De acuerdo con el resultado preliminar de la autopsia realizada en la morgue judicial de Lomas de Zamora, la niña murió como consecuencia de “un fuerte golpe en la zona abdominal” que le provocó lesiones en el riñón y en el hígado y sufrió una “hemorragia interna”.

Morena se descompensó mientras esperaba la asistencia del SAME y, cuando llegó la ambulancia, el médico realizó maniobras de reanimación y la trasladaron en estado crítico al hospital Evita, donde falleció producto de un paro cardiorrespiratorio, según informó la policía.

Mediante un análisis de las cámaras de seguridad del Municipio, los investigadores policiales lograron detener a los hermanos Madariaga como los presuntos autores del hecho.

Si bien en un principio los pesquisas habían asegurado que por el crimen de Morena había sido detenido un adolescente de 14 años, el propio ministro de Seguridad, Sergio Berni, confirmó a la prensa que no hay menores de edad vinculados con el hecho.

Los investigadores judiciales explicaron que los hermanos Madariaga formaban parte de un grupo de jóvenes, varios de ellos menores de edad, que son conocidos en el barrio por cometer robos y distintos delitos.

Como consecuencia del crimen de Morena, los partidos Unión por la Patria, Juntos por el Cambio y el Frente de Izquierda de los Trabajadores suspendieron los actos de cierre de campaña electoral que estaban previstos para el miércoles y jueves.

Con información de la agencia Télam
Foto: Cris Sille

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