El senador nacional Mariano Recalde (Frente Nacional y Popular, CABA) presentó este miércoles una serie de proyectos de ley para reformar e “introducir mejoras en el mundo laboral”, entre los que se destaca la reducción de la jornada de trabajo de 48 a 36 horas semanales, con el objetivo de fomentar la semana laboral de 4 días.
El senador kirchnerista dijo que disminuir la jornada de trabajo “incrementa la productividad, disminuye costos empresarios y accidentes, y permite una mejor distribución del empleo, así como de la conciliación entre la vida personal y laboral”.
El artículo 1.º del proyecto de ley, que modificaría el mismo artículo de la Ley 11544, establece que “la duración del trabajo no podrá exceder de 8 horas diarias o 36 horas semanales para toda persona ocupada por cuenta ajena en explotaciones públicas o privadas, aunque no persigan fines de lucro”.
Aclara que la limitación es “máxima y ni impide una duración del trabajo menor a 8 horas diarias o 36 horas semanales” para los casos señalados.
El artículo 2.º establece que la jornada de trabajo nocturno “podrá exceder las 7 horas” diarias, extendiéndose entre las 21 y las 6, mientras que para los casos de trabajo en lugares insalubres, la jornada “no excederá” las 5 horas diarios o 20 semanales.
Del mismo modo, Recalde buscará que se unifique toda la normativa laboral en un Código del Trabajo, y así “lograr un orden sistémico y evitar aplicaciones contradictorias”.
El legislador recordó que es “un mandato constitucional incumplido y una deuda pendiente del Congreso hace más de 60 años”, informó el sitio Parlamentario.
Por otra parte, impulsa una licencia especial para personas menstruantes “como respuesta a una demanda de distintos colectivos feministas y profesionales de la salud”.
Sobre los juicios laborales, el senador consideró la importancia de “ampliar los juzgados y salas” para disminuir las demoras y lograr una justicia ágil, eficiente y resolutiva.
Por ello, promueve, a través de un proyecto de ley, la creación de 40 Juzgados Nacional de Primera Instancia del Trabajo en la ciudad de Buenos Aires y de 5 salas en la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo.
En tal sentido, comparó que en la mayoría de los países de Latinoamérica los procesos judiciales duran un año o menos, mientras que en nuestro país la duración promedia los dos años y medio, extendiéndose incluso hasta los cuatro años y medio.
Por último, Recalde sostuvo que “es necesario hacer reformas laborales que contemplen los cambios sociales y tecnológicos que experimentamos”, y aclaró que “estas modificaciones deben servir para ampliar derechos, promover el empleo registrado y proteger la salud integral de los trabajadores”.
CGP, con información de Parlamentario