El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) negó este lunes haber ordenado a la avícola Santa Ana la destrucción de 360 000 huevos, ante la supuesta detección de casos de gripe aviar en el establecimiento, y confirmó que la Justicia Federal de Corrientes autorizó al organismo a “tomar una tercera muestra en aves de la granja comercial”.
En un comunicado, el Senasa recordó que “mantiene vigente la interdicción del establecimiento hasta tener el tercer diagnóstico” so influenza aviar, “con el que se determinará si se aplican las medidas de contención o no, quedando en ese caso bajo vigilancia estratégica”.
Sin embargo, aclaró que “en ningún momento ordenó la destrucción de huevos almacenados” en la avícola ubicada en el departamento Capital, y que la destrucción de 360 000 huevos fue “una decisión unilateral de la empresa” y que “se está trabajando para ofrecer alternativas de acopio o tratamiento térmico”.
El propio director general de la avícola, Daniel Enciso Piazza, difundió el sábado un video en que dio cuenta de la destrucción de los huevos y aseguró que el organismo nacional “mantiene el bloqueo de la empresa” y “obliga a destruir 360 000 unidades”.
El productor aclaró que los huevos “son aptos para el consumo y no constituyen riesgo alguno”, y que, pese a que se propusieron donar, “no les fue permitido”.
En tanto, el Senasa informó hoy que, “debido a los diagnósticos divergentes de la primera y segunda muestras, las medidas que adopta” el organismo “son pertinentes dado que Argentina atraviesa una emergencia por el virus, desde su ingreso al país, cuya característica es su alta y rápida difusibilidad, sumado a que la granja en cuestión está ubicada dentro del área de riesgo por la cercanía a un brote confirmado”, que se dio en San Cosme.
La segunda muestra tomada a aves de la granja Santa Ana, dispuesta por orden del juez federal N.º 2 de Corrientes, Juan Carlos Valejos, dio resultado negativo, según diagnosticó el Laboratorio Nacional del Senasa. El primero, según el organismo, había dado positivo, sin embargo, la empresa negó que el veterinario oficial haya ingresado a los galpones para tomar las muestras y recurrió a la Justicia para frenar el sacrificio de 200 000 gallinas ponedoras.
“Ante la concurrencia de resultados divergentes sobre la presencia del virus de influenza aviar altamente patógena (IAAP) dentro de la granja, el Senasa busca conocer la fuente del virus de la primera detección, ya que el establecimiento se encuentra en la zona de control sanitario a 6,5 km de distancia del primer brote confirmado de IAAP en Corrientes, en la localidad de San Cosme, una zona rodeada de lagunas y cercana al margen del río Paraná en la que hay presencia de aves silvestres y migratorias”, aseguró.
El 6 de abril, el laboratorio del Senasa, el único en el país autorizado para el diagnóstico de influenza aviar, detectó la presencia del virus en muestras tomadas a aves de la granja por el veterinario responsable de la sanidad”, dice el organismo. Pero, según la empresa, las muestras nunca se tomaron.
CGP