Crisis política en Francia | El gobierno de Macron sobrevive por poco a la moción de censura

Foto: bomberos y policías trabajan contra las llamas en una carretera, durante una protesta contra la reforma de las pensiones en Rennes, Francia, el 20 de marzo de 2023. Twitter @DHR_Damien/vía Reuters.


El gobierno del presidente Emmanuel Macron sobrevivió por poco a una moción de censura en el parlamento este lunes y así quedó vigente la reforma jubilatoria que desató huelgas y protestas en el país, aunque el resultado más ajustado de lo esperado deja debilitado al Ejecutivo y plantea desafíos para garantizar la gobernabilidad.

Los sindicatos y los partidos de oposición dijeron que intensificarían las protestas contra la nueva legislación, que eleva a 64 años la edad para jubilarse.

La votación de la moción de censura tripartita estuvo más reñida de lo esperado. Unos 278 diputados la respaldaron, solo 9 menos que los 287 necesarios para que tuviera éxito.

Los opositores dicen que esto muestra que la decisión de Macron de eludir una votación parlamentaria sobre el proyecto de ley de pensiones, que desencadenó las mociones de censura, ya ha socavado su agenda reformista y debilitado su liderazgo.

Tan pronto como se anunció el fracaso de la moción de censura, los legisladores de la extrema izquierda La France Insoumise (LFI, France Unbowed) gritaron “¡Renunciar!” a la primera ministra Elisabeth Borne y blandieron pancartas que decían: “Nos encontraremos en las calles”.

“Nada está resuelto, continuaremos haciendo todo lo que podamos para que esta reforma se retire”, dijo a los periodistas la jefa del grupo parlamentario LFI, Mathilde Panot.

Hubo abucheos en un mitin en el centro de París después del resultado de la votación y cánticos de “huelgas” y “bloqueo”.

Protestas por el uso por parte del gobierno francés del artículo 49.3, una cláusula especial de la Constitución francesa, para impulsar el proyecto de ley de reforma de las pensiones a través de la Asamblea Nacional sin el voto de los legisladores, en Nantes, Francia, el 18 de marzo. Stephane Mahe/Reuters.

La principal de las dos mociones, impulsada por el centrista Charles de Courson y apoyada por varios partidos de la oposición, consiguió 278 votos, 9 menos de los necesarios para su aprobación, que hubiera significado la caída del gabinete de la primera ministra Élisabeth Borne y de la controvertida reforma de pensiones.

Aunque este es el decimoquinto voto de confianza que enfrenta Borne, la oposición nunca había estado tan cerca de un resultado exitoso. Al respaldo de toda la izquierda y la extrema derecha se sumaron los centristas independientes, algunos regionalistas y, sobre todo, 19 diputados de Los Republicanos, la derecha tradicional, que rompieron con la dirección de su partido.

Una segunda moción de censura, presentada por Agrupación Nacional de extrema derecha y sin el respaldo del resto de la oposición, también fue descartada. Reunió solo 94 votos.

Tras recibir el visto bueno del Senado, el gobierno de Macron hizo uso el jueves pasado del artículo 49.3 de la Constitución francesa para saltarse a la Cámara Baja (en la que no tiene mayoría) y adoptar la reforma pensional. Esto desató las críticas de casi toda la oposición y alimentó aún más las protestas en las calles.

En la ciudad suroccidental de Burdeos, entre 200 y 300 personas, en su mayoría jóvenes, se reunieron contra la reforma y gritaron: “¡Macron, dimite!”. Se incendiaron un par de contenedores de basura mientras la multitud coreaba: “Esto explotará”.

Durante las últimas tres noches, los enfrentamientos por la reforma jubilatoria, en París y en todo el país, han recordado las protestas de los chalecos amarillos que estallaron a fines de 2018 por los altos precios del combustible.

Para el jueves está prevista una novena jornada nacional de huelgas y protestas.

“Nada socava la movilización de los trabajadores”, dijo el sindicato de línea dura CGT después de la votación, llamando a intensificar la acción industrial y “participar masivamente en huelgas y manifestaciones”.

Los partidos de oposición también impugnarán el proyecto de ley en el Consejo Constitucional, que podría decidir anularlo en parte o en su totalidad, si considera que viola la Constitución.

A nivel institucional, el grupo parlamentario de izquierda NUPES ya presentó un recurso ante el Consejo para que revise la reforma y mantenga la edad de jubilación en los 62 años, en lugar de los 64 que propone el proyecto.

También Agrupación Nacional anticipó que recurrirá al Consejo, por lo que, pese a estar aprobada, la reforma no podrá implementarse hasta que se completen esas revisiones.

Con información de France 24 y Reuters

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