Más de 3000 muertos en Turquía y Siria: el intenso frío dificulta la búsqueda de sobrevivientes

Foto: un hombre con un pan en la mano camina en una calle en Kahramanmaras, Turquía, afectada por el terremoto, el 6 de febrero de 2023. Cagla Gurdogan/Reuters.


El gran terremoto que golpeó este lunes en una franja de Turquía y el noroeste de Siria mató a más de 3000 personas, mientras el frío invierno se sumó a la difícil situación de los miles de heridos o sin hogar y obstaculizó los esfuerzos para encontrar sobrevivientes.

El sismo de magnitud 7,8 derribó bloques enteros de departamentos en ciudades turcas y provocó más devastación sobre millones de sirios desplazados por años de guerra.

Las víctimas fatales ya marcan el mayor número de muertos por un terremoto en Turquía desde 1999, cuando un temblor de magnitud similar devastó la densamente poblada región oriental del mar de Mármara, cerca de Estambul, matando a más de 17 000.

En Turquía, el número de muertos fue de 1762, dijo la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias de Turquía (AFAD), y 12 068 personas resultaron heridas. Al menos 1293 personas murieron en Siria, según cifras del gobierno de Damasco y rescatistas en la región noroccidental controlada por insurgentes.

Las malas conexiones a Internet y las carreteras dañadas entre algunas de las ciudades más afectadas del sur de Turquía, hogar de millones de personas, obstaculizaron los esfuerzos para evaluar y abordar el impacto.

Rescatistas buscan sobrevivientes en un edificio dañado por el terremoto en Diyarbakir, Turquía, el 6 de febrero de 2023. Sertac Kayar/Reuters

Se esperaba que las temperaturas en algunas áreas cayeran casi bajo cero durante la noche, lo que empeoraría las condiciones de las personas atrapadas bajo los escombros o que quedaron sin hogar. La lluvia cayó este lunes después de que las tormentas de nieve azotaran el país el fin de semana.

En la ciudad turca de Iskenderun, los rescatistas treparon una enorme pila de escombros que alguna vez fue parte de la unidad de cuidados intensivos de un hospital estatal en busca de sobrevivientes. Los trabajadores de la salud hicieron lo que pudieron para atender la nueva avalancha de pacientes lesionados.

Edificios derrumbados por el terremoto en Kahramanmaras, Turquía, el 6 de febrero de 2023. Agencia de noticias Ihlas vía Reuters.

“Tenemos un paciente que fue llevado a cirugía pero no sabemos qué pasó”, dijo Tulin, una mujer de unos 30 años, de pie afuera del hospital, secándose las lágrimas y rezando.

El presidente turco, Tayyip Erdogan, que se preparaba para unas duras elecciones en mayo, calificó el terremoto del lunes como un desastre histórico y el peor que ha azotado al país desde 1939, pero dijo que las autoridades estaban haciendo todo lo posible.

“Todo el mundo está poniendo su corazón y alma en el esfuerzo, aunque la temporada de invierno, el clima frío y el terremoto que ocurre durante la noche hace que las cosas sean más difíciles”, dijo.

El segundo sismo fue lo suficientemente grande como para derribar más edificios y, al igual que el primero, se sintió en toda la región, poniendo en peligro a los rescatistas que luchan por sacar a las víctimas de entre los escombros.

Rescatistas buscan sobrevivientes bajo los escombros en Diyarbakir, Turquía, el 6 de febrero de 2023. Sertac Kayar/Reuters.

En la ciudad siria de Jandaris, controlada por los rebeldes, en la provincia de Alepo, un montículo de hormigón, varillas de acero y bultos de ropa yacían donde una vez estuvo un edificio de varios pisos.

“Había 12 familias allí abajo. No salió ni uno solo. Ni uno”, dijo un joven delgado, con los ojos muy abiertos en estado de shock y la mano vendada.

Raed al-Saleh de los Cascos Blancos sirios, un servicio de rescate en territorio controlado por rebeldes conocido por sacar a personas de las ruinas de edificios destruidos por ataques aéreos, dijo que estaban en “una carrera contra el tiempo para salvar las vidas de aquellos bajo los escombros”.

La televisión estatal siria mostró equipos de rescate buscando sobrevivientes bajo fuertes lluvias y aguanieve. El presidente Bashar al-Assad celebró una reunión de gabinete de emergencia para revisar los daños y discutir los próximos pasos, dijo su oficina.

Con información de la agencia Reuters

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