Foto: Estadão.
• El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, rompió el silencio en la tarde de este martes, 44 horas después de su derrota electoral en el balotaje del domingo ante Luiz Inácio Lula Da Silva, pero no reconoció el resultado ni saludó al ganador y se limitó a decir que cumplirá “todos los mandamientos” de la Constitución del país.
En una declaración a la prensa que duró menos de 3 minutos, Bolsonaro expresó: “Siempre me han etiquetado como antidemocrático. Nunca hablé de controlar o censurar los medios y las redes sociales. Seguiré siempre cumpliendo con todos los mandamientos de nuestra Constitución”.
El presidente, que perdió por menos de 2 puntos la segunda vuelta electoral y no pudo renovar su mandato, habló en el Palacio de la Alvorada, sede del Gobierno federal, en Brasilia, en una jornada en la que el Supremo Tribunal Federal (STF) ordenó a las fuerzas de seguridad despejar las rutas bloqueadas por partidarios de Bolsonaro, que se resisten a aceptar el triunfo de Lula.
El mandatario justificó los cortes de rutas en la “indignación” y “el sentimiento de injusticia” ante cómo se desarrollaron las elecciones del domingo; sin embargo, criticó que “los métodos” de las manifestaciones “no pueden ser los de la izquierda”.
Bolsonaro faz 1º pronunciamento após eleições. 📲 #RecordNews pic.twitter.com/FrJ3PZmROH
— Record News (@recordnews) November 1, 2022
“Los movimientos populares actuales son el resultado de la indignación y el sentimiento de injusticia sobre cómo se desarrolló el proceso electoral”. Solo les pidió a los manifestantes que sean pacíficos, informó O Globo.
Las fuerzas de seguridad de Brasil utilizaron balas de goma y gases lacrimógenos para liberar las rutas que mantenían cortadas grupos de manifestantes que apoyan a Bolsonaro, después de que la Justicia ordenó a la policía el desbloqueo.
La ola de cortes de rutas registrada desde la madrugada del lunes es impulsada por camioneros y grupos de manifestantes bolsonaristas en más de 23 estados brasileños y el Distrito Federal, que buscan impugnar los resultados de las elecciones del domingo, en las que se impuso Lula.

“Agentes de la Tropa de Choque de la Policía Militar de Rio Grande do Sul utilizaron balas de goma y gas lacrimógeno contra manifestantes que intentaban interrumpir el tráfico en la (ruta) BR-116, en Nuevo Hamburgo, en la Región Metropolitana de Porto Alegre”, informó el portal del diario O Globo.
La policía también disparó balas de goma para despejar una ruta hacia el aeropuerto de la ciudad de San Pablo, bloqueada por camioneros desde la madrugada.
En partes de la ciudad de Río de Janeiro, la Guardia Municipal arrojó gas pimienta contra manifestantes que cortaban el tráfico.
La Policía de Carreteras dijo, en conferencia de prensa, que ya desbloqueó más de 300 vías en todo el país, cumpliendo con una orden emitida en la noche del lunes por el ministro del STF Alexandre de Moraes, que decidió que los agentes de la Policía Militar están autorizados a actuar en las rutas nacionales y provinciales para despejar las carreteras.

Los gobernadores de los estados brasileños de Minas Gerais, San Pablo y Río de Janeiro, entre otros, dispusieron desalojar los cortes de ruta por parte de manifestantes que desconocen el resultado de la elección presidencial del domingo.
La decisión de los mandatarios de los tres estados más poblados del país de movilizar a la Policía Militar, que depende directamente de esas administraciones subnacionales, responde a la disposición de De Moraes, que ordenó a la Policía Federal de Carreteras (PRF) despejar las rutas.
El gobernador reelecto de Minas Gerais, Romeu Zema, que apoyó a Jair Bolsonaro en la segunda vuelta, defendió la orden de la Justicia.
“Ya pedí a nuestras fuerzas de seguridad que tomen las medidas necesarias para despejar cualquier ruta o camino que esté bloqueado por las manifestaciones. Se acabaron las elecciones y ahora hay que garantizar el derecho de ir y venir de todos, y también que la mercadería llegue donde tiene que estar”, aseguró, y agregó: “Cumpliremos la ley”.
En el mismo sentido se pronunció otro aliado de Bolsonaro –que incluso fue orador en el acto de cierre de campaña del presidente, el jueves– el reelecto gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, quien afirmó hoy que ordenó al Batallón de Choque de la Policía Militar despejar las vías del estado, en apoyo a la PRF, según informó el portal de noticias G1, del Grupo Globo.
En tanto, el gobernador de San Pablo, Rodrigo García, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), consideró inadmisibles los bloqueos en las rutas del estado y dijo que las fuerzas de seguridad locales fueron llamadas para despejar los cortes.
“El bloqueo de rutas es inaceptable. La gente tiene derecho a ir y venir”, dijo García en una publicación en las redes sociales.
Por su parte, el Ministerio Público dijo, por medio de un comunicado, que el Procurador General de Justicia, Mario Sarrubbo, constituyó un núcleo de acción integrado por miembros del Ministerio Público de Vivienda y Urbanismo de la Capital y del Grupo de Trabajo Especial de Lucha contra el Crimen Organizado (GAECO) para investigar en qué circunstancias se producen los bloqueos.
En Río Grande do Sul se instaló un gabinete de crisis para monitorear los bloqueos y, a través de él, se definió que la Brigada Militar (Policía Militar del estado) utilizará 1000 policías de los Batallones de Choque para asistir a la PRF en el despeje de las rutas.
El gobierno de Paraná también informó en un comunicado emitido hoy que la Policía Militar “ya está cumpliendo con la decisión del Supremo Tribunal Federal de desbloquear las carreteras”.
“El derecho a la libre circulación en el territorio nacional es una garantía para el pueblo brasileño. Es hora de pacificar Brasil. Las elecciones de 2022 se realizaron de manera democrática y se debe respetar la decisión soberana de las urnas”, dijo el gobierno de Paraná.
En la madrugada, el STF, máximo tribunal del país, había formado mayoría entre los miembros del máximo tribunal para confirmar la decisión del magistrado.
CGP y Agencia Télam