El vice de Massa plantea “una razonable caída de los márgenes” de rentabilidad empresarial para bajar la inflación

El viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, afirmó este jueves que la meta de inflación del 60 % prevista en el Presupuesto 2023 es “realista” y pronosticó que el impulso monetario de origen fiscal sería compatible con una suba de precios del “40 % anual”.

“Ayer, junto a [el ministro de Economía de la Nación] Sergio Massa y equipo presentamos el Presupuesto en el Congreso. Expliqué luego las razones por las que el 60 % de inflación para 2023 serían realistas”, señaló Rubinstein a través de su cuenta de Twitter.

En un breve hilo, el viceministro aclaró que “el impulso monetario de origen fiscal sería compatible con una inflación del 40 % (3% mensual)”.

“Desde el Gobierno, actuaremos para mejorar el sistema cambiario, cuyo desorden facilitó la suba de márgenes brutos empresariales exageradamente y sobre los factores de inercia”, señaló.

Al respecto, remarcó que “atacando la inercia inflacionaria y procurando una razonable caída de márgenes empresariales, podremos lograr que la inflación real se acerque a la teórica (impulso monetario de origen fiscal)”.

El funcionario planteó que, si el Congreso “mejora el Presupuesto eliminando el déficit fiscal primario”, brindaría “una gran herramienta” para “volver a obtener una inflación normal, del orden del 10% anual, en menos tiempo de lo que casi todos creen”.

El ministro de Economía, Sergio Massa, acompañado por su equipo económico, presentó ayer en el Congreso los lineamientos centrales del Presupuesto 2023, con una proyección de gastos y recursos “prudente y realista” y una “conservadora” pauta inflacionaria del 60 %.

Massa explicó por espacio de tres horas los detalles del Presupuesto enviado el pasado 15 de septiembre, que contempla las variables macroeconómicas proyectadas por el Gobierno de un aumento del 2 % del crecimiento del producto bruto interno (PBI), un déficit del 1,9 % y una inflación promedio del 60 %.

Rubinstein dijo que lo se debe frenar es la inercia inflacionaria. “Esa inercia está trayendo entre otros problemas graves, en la medida que aumenta: una caída adicional de la demanda de dinero, o sea de la base monetaria que retroalimenta y genera más inflación. O sea, hay que buscar mecanismos para cortar la inercia y al mismo tiempo ir solucionando el sistema cambiario”, afirmó en el Congreso.

CGP, Agencia Télam y Parlamentario

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