Día 76 | Foto: servicios de emergencia trabajan en un sitio de un centro comercial destruido en Odesa, el 10 de mayo de 2022. Igor Tkachenko/Reuters.
Más de mil militares ucranianos, entre ellos “centenares de heridos”, permanecen en la acería Azovstal, asediada por las tropas rusas en la ciudad de Mariúpol, en el sureste de Ucrania, afirmó este martes la viceprimera ministra de ese país, Irina Vereshchuk.
Tras la evacuación de todos los civiles la pasada semana con ayuda de la ONU, “más de mil” militares, entre ellos “centenares de heridos” siguen atrincherados en las galerías subterráneas de este enorme complejo industrial, dijo Vereshchuk en una entrevista telefónica con la agencia de noticias AFP.
“Hay heridos graves que necesitan una evacuación urgente”, agregó la funcionaria, explicando que la situación se “degrada cada día” en la acería, último reducto de resistencia de las fuerzas ucranianas frente al ejército ruso en Mariúpol, ciudad devastada por los bombardeos, situada en las costas del mar de Azov.
Vereshchuk desmintió informaciones dadas por funcionarios regionales que afirmaron que dentro de la fábrica seguía habiendo civiles. Petro Andriuschenko, asesor del alcalde de Mariúpol, dijo que hay al menos 100 ciudadanos ucranianos que continúan refugiados dentro de las instalaciones de la planta metalúrgica.
El vocero municipal informó que, a pesar de la presencia de civiles, “esto no reduce la densidad de los ataques de los invasores”. No obstante, advirtió que “los intentos de asalto por tierra siguen sin tener éxito”, mientras persisten los bombardeos de artillería pesada y aviación.
“El enemigo no deja de intentar capturar la fortaleza ucraniana y continúa realizando asaltos diarios con el apoyo de la infantería”, cerró el mensaje publicado en Telegram.
“No es verdad”, zanjó. El jefe del batallón Azov, unidad que defiende la acería, “declaró oficialmente” a los responsables del gobierno y a un representante de la ONU que “no hay ningún civil, ninguna mujer, niño o persona de edad avanzada en Azovstal”, agregó.
En este momento, las autoridades ucranianas “trabajan” en encontrar la manera de evacuar a los heridos, al personal sanitario y a los capellanes militares y esperan la ayuda de organizaciones internacionales y de Turquía para ello.
“El personal médico quiere salir junto a los heridos, porque hay que acompañarlos” si algún “corredor humanitario” se abre en la acería, dijo.
Según los cálculos de las autoridades ucranianas, una operación así “tardará al menos una semana” dado el número de heridos que tienen que ser transportados en camillas, dijo Vereshchuk.

La responsable ucraniana confirmó que Turquía “trabajaba estrechamente” con ellos en esta operación y no descartó que la evacuación pueda hacerse por mar, gracias a un barco fletado por Ankara y dotado con infraestructura médica.
Ucrania quiere sobre todo garantizar que Rusia “no comience a disparar” durante la evacuación, según Vereshchuk. “Hacen falta garantías por escrito y eso es lo que estamos intentando obtener”, agregó.
Kiev dijo este martes que sus fuerzas habían recuperado aldeas de manos de las tropas rusas, impulsando una gran contraofensiva en el noreste del país que podría señalar un cambio en el impulso de la guerra y poner en peligro el principal avance de Rusia.
Tetiana Apatchenko, responsable de prensa de la 92.ª Brigada Mecanizada Separada, la principal fuerza ucraniana cerca de Járkov, confirmó que las tropas ucranianas habían recuperado los asentamientos de Cherkaski Tyshky, Ruski Tyshki, Borshchova y Slobozhanske, al norte de Járkov, en los últimos días.
Yuriy Saks, asesor del ministro de Defensa Oleksiy Reznikov, dijo que los éxitos estaban empujando a la artillería rusa fuera del alcance de partes de Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, que ha estado bajo bombardeo desde los primeros días de la guerra.
“Las operaciones militares de las fuerzas armadas ucranianas alrededor de Járkov, especialmente al norte y noreste, son una especie de historia de éxito”, dijo Saks a Reuters. “El ejército ucraniano pudo empujar a estos criminales de guerra a una línea más allá del alcance de su artillería”, agregó.
Los reveses cerca de Járkov asestaron un duro golpe a los planes de guerra de Moscú precisamente en el momento en que las capitales occidentales creían que el presidente Vladímir Putin esperaba presentar una gran victoria para un feriado que marca el final de la Segunda Guerra Mundial.
Este lunes, Putin presidió un gran desfile militar en la Plaza Roja para el feriado del Día de la Victoria. A los países occidentales les preocupaba que, en ausencia de un gran éxito en el campo de batalla que anunciar, pudiera ordenar una movilización nacional. Pero finalmente no hizo ninguna de las dos cosas: exhortó a los rusos a seguir luchando, pero no dio indicaciones sobre su estrategia futura.
Desde que Rusia se vio obligada a abandonar su asalto a la capital, Kiev, a fines de marzo, su principal fuerza de ataque ha estado tratando de rodear a las tropas ucranianas en la región oriental conocida como Donbás. Las fuerzas ucranianas han resistido ataques intensivos desde tres direcciones.
En el sur, las fuerzas rusas estaban golpeando nuevamente la acería Azovstal en Mariúpol este martes, tratando de capturar el último bastión de la resistencia ucraniana en la ciudad en ruinas, donde Ucrania dice que decenas de miles de personas han muerto en dos meses de asedio y bombardeo ruso.
El Regimiento Azov de Ucrania, que resiste en Azovstal, dijo en la aplicación de mensajería Telegram que en las últimas 24 horas, 34 aviones rusos habían sobrevolado la planta, incluidas 8 incursiones de bombarderos estratégicos. Dijo que la planta había sido atacada por la armada rusa y por tanques, fuego de artillería y cohetes.
Los bomberos lucharon contra las llamas en Odesa hasta la madrugada de hoy después de que misiles rusos impactaran en el puerto del mar Negro. Una persona murió y cinco resultaron heridas cuando siete misiles impactaron en un centro comercial y un depósito, dijeron las fuerzas armadas de Ucrania en Facebook.
Los equipos de rescate peinaron montones de escombros. Los servicios de emergencia ucranianos dijeron que todos los incendios provocados por los ataques se extinguieron este martes temprano.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, visitó Odesa el lunes y su reunión con el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, fue interrumpida por el ataque con misiles. Sus conversaciones continuaron en un refugio antiaéreo, según la cuenta oficial de Twitter de Shmyhal.
El número de ucranianos que han huido de su país desde la invasión de Rusia el 24 de febrero se acercaba a los 6 millones, según Naciones Unidas, que dice que la crisis de refugiados es la de más rápido crecimiento desde la Segunda Guerra Mundial.
Con información de las agencias AFP, Télam y Reuters