Elecciones en Francia | Macron califica de “racista” y “brutal” la propuesta de gobierno de Marine Le Pen

El presidente francés, Emmanuel Macron, acusó este viernes a su rival de extrema derecha, Marine Le Pen, de mentir a los votantes sobre su plataforma “racista”, mientras la brecha en el apoyo de los votantes a los dos rivales políticos se reduce cada vez más.

La carrera parece estar llegando a los dos finalistas de las elecciones de 2017. Mientras que Macron, que entró en la contienda como claro favorito, parece haber perdido terreno en las encuestas recientes, Le Pen continúa con su tendencia alcista.

“Había una estrategia clara (del campo de Le Pen) para ocultar lo que es brutal en su programa”, dijo Macron a Le Parisien en una entrevista publicada el viernes.

“Sus fundamentos no han cambiado: es un programa racista que pretende dividir a la sociedad y es muy brutal”, dijo.

Le Pen dijo a la emisora ​​Franceinfo que estaba “conmocionada” por la acusación, que rechazó, calificando al presidente de “febril” y “agresivo”.

La candidata al Elíseo dijo que su programa, que incluye agregar un principio de “prioridad nacional” a la Constitución francesa, no discriminaría a las personas por su origen, siempre que tuvieran un pasaporte francés.

Macron va por delante en las encuestas de opinión, que todavía lo ven como el ganador más probable, pero su reelección ya no es una conclusión inevitable. La sólida remontada de Le Pen en las encuestas de opinión puso su victoria dentro del margen de error en algunas encuestas.

Una medición publicada este viernes mostró la brecha de apoyo más estrecha entre los dos rivales, con Marine Le Pen ganando con el 49 % de los votos en una probable segunda vuelta contra el presidente, su mejor puntaje de encuesta registrado.

Le Pen centró su apuesta en el poder adquisitivo, suavizando su imagen y aprovechando la principal preocupación de los votantes al prometer recortes de impuestos y aumentar algunos beneficios sociales, preocupando a los mercados financieros a medida que gana impulso en las encuestas.

Las opiniones radicales y francas del candidato rival de extrema derecha Eric Zemmour la han ayudado a parecer más convencional y muchos votantes de izquierda han dicho a los encuestadores que, a diferencia de 2017, no votarían en la segunda ronda para mantener a Le Pen fuera del poder.

Una docena de candidatos, que van desde moderados a la extrema derecha y la ultraizquierda, se presentan este domingo a las elecciones presidenciales de Francia, aunque los que parten con más posibilidades de avanzar a la segunda vuelta son el actual mandatario liberal, Emmanuel Macron, y la postulante de la ultraderecha Marine Le Pen.

A continuación, un breve perfil de los principales aspirantes a conducir el Palacio del Elíseo:

-Emmanuel Macron: el actual mandatario liberal se ubica primero en las encuestas, con cerca del 27 % de la intención de votos.

Se posiciona como la opción de centro, con puntos a favor por su rol como mediador en la guerra entre Ucrania y Rusia, en un país donde la opinión pública se moviliza por los ucranianos.

El aspirante a la reelección, cuya victoria en 2017 puso fin al bipartidismo entre socialistas y republicanos que gobernó Francia durante los últimos 60 años, supo cómo coquetear con ambos bandos para ampliar su base de adhesiones desde su asunción.

Macron, exministro de Economía del gobierno de François Hollande (2012-2017), se desvinculó en 2016 del Partido Socialista (PS), que integró desde los 24 años, y fundó La República en Marcha, con la que sedujo a varios legisladores de su antigua fuerza y del Partido Republicano.

Este candidato moderado, de 44 años, nacido en Amiens, en el seno de una familia de la alta burguesía, se graduó en Filosofía en la Universidad de París de Nanterre y en Ciencias Políticas en el prestigioso Instituto de Estudios Políticos de París.

Pero fue probablemente su paso por la Escuela Nacional de Administración, la facultad en la que son formados la mayoría de los funcionarios que terminan en los cargos más importantes del Estado francés, la que le abrió las puertas del poder, el privado, donde inició su carrera como banquero, y el público.

Ya no se presenta como el outsider político de hace cinco años, cuando su gobierno hizo implosionar el movimiento socialista.

Superada la etapa más crítica de la pandemia de coronavirus, con un crecimiento económico del 7% el año pasado –el mayor en 52 años–, Macron se acerca a las ideas de la derecha y busca retomar su agenda reformista planteada previamente.

Entre sus propuestas se destacan el retraso de la edad jubilatoria a los 65 años y saneamiento de la deuda del 113% del PBI, con rebajas de impuestos a empresas y hogares, reformas laboral y de pensiones, y el achicamiento del Estado, pese a que sus promesas electorales cuestan unos 55.500 millones de dólares anuales.

-Marine Le Pen: es la principal rival de Macron, con una intención de voto en torno del 22%. La estrategia de esta figura, de 53 años, de la extrema derecha, taxativa, xenófoba, incisiva y sin medias tintas, es mostrarse menos radical.

Criada en el seno de una familia con pedigrí político en Neuilly-sur-Seine, Altos del Sena, es la menor de las tres hijas de Jean-Marie Le Pen, el emblemático político eurofóbo y antisemita que fundó el Frente Nacional (FN) en 1972 y del que fue expulsado por su propia hija en 2015, dos años antes de renombrarlo Agrupación Nacional.

Durante sus estudios en Derecho en la Universidad Panthéon-Assas, perteneciente a la Sorbona, trabó amistad con los jefes del Grupo Unión Defensa, una organización juvenil neofascista, para luego integrarse en el Círculo Nacional de Estudiantes de París, movimiento estudiantil cercano al FN y del que fue presidenta de honor.

Madre de tres hijos y divorciada dos veces, Le Pen abandonó su carrera de abogada en 1998 para asesorar legalmente al FN, y tras los comicios de 2007, en los que el partido sacó un magro 10,4 %, logró reubicarlo en el centro de la escena gracias a una estrategia en base a reforzar los miedos y generar polémica con frases controvertidas.

Ahora, propone “detener la anárquica y masiva inmigración” para reducir la “inseguridad que pudre la vida de los compatriotas” y que “los franceses vuelvan a ser dueños de su política de inmigración”, según tuiteó el martes último.

También prometió prohibir el uso del velo islámico en público y multará a las mujeres que lo lleven, reducir el aporte anual del país a la Unión Europea, retirar las ayudas sociales a quienes lleven más de un año sin empleo y crear “un fondo soberano” para canalizar ganancias de determinados sectores y dedicarlas a proyectos en beneficio de los franceses.

-Jean-Luc Mélenchon: es el tercer candidato en intención de votos, con alrededor del 16% y que ha ido en aumento desde principios de marzo. Es la tercera vez que este candidato de izquierda se presenta a elecciones, tras las derrotas de 2012 y 2017, en las que quedó en cuarto lugar.

De carácter fuerte, este veterano político, de 70 años, busca atomizar los votos del sector de izquierda, y se dirige a los votantes que dieron la espalda a la izquierda para votar por la extrema derecha o refugiarse en la “abstención”, reseñó el diario local Bleu.

Nacido en Tánger, Marruecos, en 1951, creció en una familia sin vínculos con la política y trabajó como controlador de correos, periodista, corrector de estilo y profesor de francés antes de convertirse en dirigente.

Su carrera política comenzó en 1977. Abandonó el comunismo para afiliarse al PS, con el que permaneció comprometido durante más de 30 años.

Fue senador en los períodos 1986-2000 y 2004-2010, en medio se desempeñó como ministro delegado para la formación profesional bajo el gobierno de Lionel Jospin, y eurodiputado entre 2009 y 2017.

Defensor de mantener el poder adquisitivo en un contexto de alta inflación, a diferencia de Macron, propone adelantar a 60 años la edad de jubilación. Denuncia la oligarquía, los poderes del dinero, una administración europea a las órdenes de los lobbies, los tratados de libre comercio “pícaros” y defiende la idea de una Sexta República.

-Éric Zemmour: con una intención de votos que fluctúa entre el 9 % y 10 %, este periodista que sueña con una unidad de extrema derecha y que se ubica en cuarta posición, contribuyó a diluir la postura reaccionaria de Le Pen.

Condenado dos veces por incitación al odio racial, construyó su trayectoria en el ámbito periodístico tras ser rechazado dos veces de la Escuela Nacional de Administración Pública.

Nacido en Montreuil, en el seno de una familia francesa judía que llegó de Argelia en 1952, apenas seis años antes de su nacimiento, el candidato propone crear un ministerio de la “remigración” para expulsar a un millón de extranjeros en cinco años.

Tras una aparición explosiva en la escena política que lo llegó a ubicar segundo en las encuestas, Zemmour, de 63 años, sufrió una caída sostenida de su imagen desde finales de marzo, en parte por su cercanía con Rusia.

-Valéria Pécresse: con una intención de voto en torno al 9 %, la presidenta de la región donde está París, de 54 años, se debate entre la derecha clásica y la moderación.

La representante del partido conservador Los Republicanos se autodefine como “un tercio de Margaret Thatcher y dos tercios de Angela Merkel” y promete “restaurar el orgullo francés” y “poner a Francia de nuevo en orden y ante todo”.

-Anne Hidalgo: la actual intendenta de París, a la que los sondeos le dan entre el 2 % y el 3%, busca revitalizar el PS. Se describe como “socialdemócrata, ecologista, feminista y republicana”, características que cristaliza en su plataforma, con la que espera recuperar el terreno perdido del PS y atraer a los desencantados con Macron.

Con información de las agencias Reuters y Télam
Foto: Emmanuel Macron y Marine Le Pen. Nicolas Tucat/AFP vía Libération

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