Día 42 | Foto: una mujer lleva a su gato mientras camina frente a los edificios que fueron destruidos por los bombardeos rusos en Borodyanka, en la región de Kiev, el 5 de abril de 2022. Zohra Bensemra/Reuters
La artillería rusa golpeó ciudades clave en Ucrania este miércoles, mientras el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, instó a Occidente a actuar con decisión para imponer sanciones nuevas y más duras contra Rusia en respuesta a los presuntos asesinatos de civiles ampliamente condenados como crímenes de guerra.
Las sanciones occidentales por la invasión de Rusia cobraron un nuevo impulso esta semana después de haberse encontrado civiles muertos a tiros a quemarropa en la ciudad de Bucha. Kiev acusa al Kremlin de la matanza.
Mientras el papa Francisco describía los asesinatos allí como una “masacre”, el presidente Zelenski dijo que Occidente necesitaba actuar con decisión y tomar medidas “más rígidas” contra Rusia.
“Cuando escuchamos nueva retórica sobre las sanciones, no puedo tolerar ninguna indecisión después de todo lo que han hecho las tropas rusas”, dijo Zelenski a los legisladores irlandeses por videoconferencia.
Este miércoles surgió una grieta en un frente unificado de la UE, cuando el primer ministro húngaro, Viktor Orban, dijo que su gobierno estaba preparado para acceder a la demanda de Rusia, rechazada por Bruselas, de pagar en rublos el gas ruso.
Los políticos occidentales denunciaron los asesinatos en Bucha como un crimen de guerra y las autoridades ucranianas dicen que una fosa común junto a una iglesia contiene entre 150 y 300 cuerpos.
Imágenes satelitales tomadas hace semanas en la ciudad, situada al norte de la capital, Kiev, muestran cuerpos de civiles en una calle, dijo una empresa privada estadounidense.
Moscú negó haber atacado a civiles allí o en otros lugares y calificó la evidencia presentada como una falsificación organizada por Occidente para desacreditarla.
Hacia el sur, continuó hoy el asedio del puerto sureño de Mariúpol –bajo bombardeo durante la mayor parte de la invasión que comenzó el 24 de febrero–, atrapando a decenas de miles de residentes sin comida, agua o electricidad.

“La situación humanitaria en la ciudad está empeorando”, dijo la inteligencia militar británica, mientras que la viceprimera ministra de Ucrania, Iryna Vereshchuk, aseguró que las personas que intenten huir tendrían que usar sus propios vehículos.
Reuters no pudo verificar de inmediato el informe británico.
El Comité Internacional de la Cruz Roja dijo que su equipo dirigió con éxito un convoy de autobuses y automóviles privados con más de 500 residentes de Mariúpol a la cercana Zaporiyia después de que los civiles huyeran solos.
Vereshchuk dijo que las autoridades tratarían de evacuar a los civiles atrapados en otros lugares a través de 11 corredores humanitarios.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania consideró que, si bien acogió con beneplácito el último conjunto de sanciones de la UE, solo un embargo sobre el gas y el petróleo rusos y el aislamiento de todos los bancos rusos del sistema financiero mundial podrían detener la guerra.
“Hará falta un embargo de gas y petróleo y la eliminación del SWIFT de todos los bancos rusos para detener a Putin. Los tiempos difíciles requieren decisiones difíciles”, dijo Dmytro Kuleba en Twitter.
#Borodyanka. View from a drone. pic.twitter.com/PAWhD6Xrdt
— NEXTA (@nexta_tv) April 6, 2022
Desde que se retiraron de las afueras de Kiev la semana pasada, las fuerzas rusas cambiaron su ataque hacia el sur y el este de Ucrania.
El Estado Mayor de Ucrania dijo que la ciudad nororiental de Járkov, la segunda más grande del país, seguía bajo ataque, mientras que las autoridades de la región oriental de Lugansk instaron a los residentes a abandonar un área que también se espera que sea el objetivo de una nueva ofensiva.
Diez edificios de gran altura se incendiaron en Sievierodonetsk después de que las fuerzas rusas bombardearan la ciudad este miércoles, dijo el gobernador de la región en una publicación en línea.
Más al sur, el gobernador de la región de Donetsk dijo que al menos dos civiles murieron y cinco resultaron heridos cuando la artillería rusa golpeó un punto de distribución de ayuda humanitaria en la ciudad de Vuhledar.
Con información de la agencia Reuters