Unos 100 000 civiles siguen atrapados en Mariúpol, devastada por la guerra

Día 28 | Foto: imágenes satelitales de la firma comercial Maxar muestran la destrucción masiva en Mariúpol, con columnas de humo saliendo de los edificios de apartamentos residenciales en llamas. Maxar Technologies/vía @nexta_tv


Autoridades de Ucrania acusaron este miércoles a fuerzas de Rusia de haber bloqueado una caravana que llevaba ayuda humanitaria a la sitiada ciudad portuaria de Mariúpol y de secuestrar a 15 choferes y rescatistas.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, estimó que 100 000 civiles siguen atrapados en la sureña Mariúpol, una de las ciudades más devastadas por la guerra, que desde hace más de tres semanas está bajo asedio y bombardeo de las tropas invasoras rusas.

En su habitual mensaje nocturno por video a la nación, el mandatario dijo que Rusia había acordado de antemano la ruta por donde pasaría el convoy con lo que Ucrania describe como ayuda humanitaria, informó la agencia de noticias Europa Press.

“Estamos tratando de organizar corredores humanitarios estables para los residentes de Mariúpol, pero casi todos nuestros intentos, lamentablemente, son frustrados por los ocupantes rusos, con bombardeos o terrorismo deliberado”, dijo Zelenski.

La viceprimera ministra Irina Vereshchuk dijo que las fuerzas rusas secuestraron a 11 choferes de colectivo y a cuatro rescatistas y se quedaron con sus vehículos.

Más de 7000 personas fueron evacuadas este martes de Mariúpol por un corredor humanitario, es decir, una ruta previamente acordada entre los beligerantes a lo largo de la cual se supone que debe observarse una tregua.

Sin embargo, unas 100 000 personas más permanecen en la ciudad “en condiciones inhumanas, bajo bloqueo, sin comida, sin agua, sin medicamentos y bajo bombardeo constante”, dijo Zelenski.

Antes de la guerra, Mariúpol, a orillas del mar de Azov, tenía 430 000 habitantes.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, vuela a Europa este miércoles para una cumbre de emergencia de la OTAN sobre Ucrania.

Nuevas fotografías satelitales de la firma comercial Maxar publicadas durante la noche mostraron la destrucción masiva de lo que alguna vez fue una ciudad de 400 000 habitantes, con columnas de humo saliendo de los edificios de apartamentos residenciales en llamas.

Las autoridades ucranianas dicen que Rusia bombardeó un teatro y una escuela de arte utilizados como refugios antiaéreos, enterrando vivas a cientos de personas. Rusia niega haber apuntado a esos edificios.

Biden, que llegará a Bruselas este miércoles por la noche, se reunirá con los líderes europeos y de la OTAN en una cumbre de emergencia en la sede de la alianza militar occidental. Se espera que los líderes implementen sanciones adicionales contra Rusia el jueves. Las fuentes dijeron que el paquete estadounidense incluiría medidas dirigidas a los miembros del parlamento ruso.

Biden también visitará Polonia, que acogió a la mayoría de los más de 3,6 millones de refugiados que han huido de Ucrania y fue la ruta principal para el suministro occidental de armas a Ucrania.

En una señal del mayor aislamiento de Moscú, Polonia anunció que expulsaría a 45 diplomáticos rusos acusados ​​de ser espías encubiertos o de estar “asociados” con ellos. Varios otros países de Europa del Este anunciaron movimientos similares en los últimos días, aunque no a una escala tan grande. Rusia rechazó todas las acusaciones.

Edificios residenciales se ven a través del humo de los incendios después de bombardeos en las afueras de Kiev, el 23 de marzo de 2022. Gleb Garanich/Reuters

Funcionarios ucranianos describieron bombardeos esporádicos en otras ciudades durante la noche, con dos civiles muertos en la región de Mikolaiv, un puente destruido en la región de Chernihiv y edificios residenciales y un centro comercial atacados en dos distritos de Kiev, hiriendo al menos a cuatro personas.

Mientras tanto, la vida continúa bajo el bombardeo implacable. En Járkov, en el este, una clínica de maternidad había trasladado a los pacientes al sótano por seguridad. La llorosa madre Yana acunó a su bebé en una habitación con camas alineadas en las paredes. Su casa fue bombardeada. “No tengo adónde ir”, dijo.

A lo lejos, en Mikolaiv, un puerto del sur que las fuerzas rusas intentaron sin éxito asaltar durante los últimos 10 días, Tamara Kravchuk, de 37 años, yacía felizmente con su bebé de apenas unos minutos sobre su pecho. Ella había estado asustada, especialmente cuando las explosiones estallaron a solo 500 metros del hospital, dijo. Pero la beba Katya derritió sus miedos.

Con información de las agencias Télam y Reuters

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