Incendios en Corrientes | El fuego destruye estancias de Mercedes

“En total se quemaron alrededor de 11 estancias”, dijo Julián Aguerre, productor de Mercedes, que denunció que el incendio desatado ayer en esa zona “comenzó de manera intencional”.

“El problema ambiental es muy grave. Estas personas evidentemente no entienden lo que causan”, manifestó, en declaraciones que publica Radio Dos. “Nos damos cuenta de que es intencional”, agregó.

El incendio comenzó cerca de la 10 en un campo ubicado en Mariano I. Loza. “El fuego se inició del otro lado de un cortafuego que estaba en la banquina. Unas personas cruzaron un alambrado e iniciaron el foco ígneo”, señaló Aguerre, de 31 años.

El intendente de Mercedes, Diego Caram, dijo hoy que este miércoles se registró “un incendio muy importante” a 25 kilómetros de Mercedes, que incluyó a “estancias grandes, de gente trabajadora, muy laburadora y, en esta ocasión, con animales muertos”.

El jefe comunal señaló que sumaron a efectivos del Ejército para colaborar “con agua y comunicación” en el control de los incendios que afectan parte de su distrito y que esperan para esta semana la llegada de nuevos brigadistas.

“Estamos trabajando con los aviones, con los bomberos y la gente de las estancias y gente de otras localidades que mandaron sus bomberos”, indicó Caram a Télam Radio.

El viernes último, el fuego llegó hasta las instalaciones de la estación experimental del INTA de esa localidad y estuvo activo hasta el sábado por la mañana.

Las llamas consumieron el 95 % del predio y destruyeron instalaciones animales, incluyendo alambrados, bretes y corrales. Al respecto, aclararon que se consiguió salvar a los animales, mientras que el trabajo de los brigadistas salvó el edificio, laboratorios, oficinas y vehículos.

“No nos quedó nada, solo las ganas de empezar de nuevo”. Con una profunda tristeza, Víctor Rey y su mujer, Jessica Prada, tratan de sacar fuerzas de donde sea para salir adelante luego de que el fuego quemó 150 hectáreas de su campo de 200, pegado a Mercedes.

Prada es porteña y estudió Biología. Esa carrera le permitió conseguir trabajo en los esteros del Iberá. Allí conoció al productor agropecuario mercedeño y, al poco tiempo, se casaron. Amantes de los caballos, hace cinco años decidieron embarcarse en un emprendimiento equino que no había en la zona, en su establecimiento Santa María, ubicado a unos pocos kilómetros del centro de la ciudad.

“Hacemos salto, damos cursos de doma racional, tenemos caballos de carrera en cuida, pistas para carreras. También una escuelita hípica para chicos y cabalgatas para turistas. Llevamos adelante técnicas de equinoterapia para la rehabilitación de niños. Pero una de las cosas importantes que hacemos es rescatar caballos que son utilizados para tracción a sangre como pisadero de escombros y que quedan en muy malas condiciones. Los traemos al campo, los curamos y los cuidamos para darle un mejor futuro”, contó Prada.

Jessica Prada y Víctor Rey, junto a sus dos hijos en la entrada del campo quemado el viernes pasado.

El viernes pasado por la mañana, un gran foco se generó en el INTA local, a unos pocos metros de Santa María. Enseguida y, como el resto de los vecinos, el matrimonio se dirigió al lugar para ayudar. Luego de varias horas tratando de apagar las llamas en los campos del organismo, a la tarde Rey regresó a su casa para buscar más agua. Cuando entró al campo, se encontró con el fuego en el lugar. Como todavía era pequeño logró extinguirlo.

Sintió alivio pensando que todo había acabado, sin embargo, cerca de las 21, las fuertes ráfagas de viento viraron y volvieron a azotar el establecimiento, publica el diario porteño La Nación.

Esta vez, ni los 300 vecinos que se acercaron de manera solidaria, ni los bomberos voluntarios ni los diferentes tractores y retroexcavadoras que llegaron pudieron contener la voracidad de las llamas. “No dábamos abasto. El fuego llegó a menos de 100 metros de la casa y a dos metros de los boxes de los caballos. Al menos, salvamos mi casa. Recién a eso de las 4 de la mañana de ese sábado los focos menguaron”, se lamentó Rey.

“Es una pérdida irreparable”

El resultado: 4000 metros de alambres carbonizados y caídos, 150 hectáreas quemadas, más de 50 caballos que se quedaron sin pasto y, sobre todo, mucho dolor y desolación. Los Rey vieron cómo su emprendimiento se hizo cenizas en un abrir y cerrar de ojos.

“Es una pérdida irreparable, esto nos partió al medio. Veníamos remándola como todos los productores agropecuarios, pero esto nos terminó de fundir. Vivíamos para y de los caballos. Era un camino de crecimiento lento: vendíamos un caballo y hacíamos un box pero estábamos contentos. Esa era nuestra vida”, detalló el productor.

Viendo la tristeza de su marido y teniendo en cuenta la solidaridad de la gente, a Prada se le ocurrió organizar una rifa para recaudar fondos para sobrellevar la situación desesperante.

“Son muchos gastos que se tiene que afrontar pero no quiero cerrar la escuela ni, mucho menos, desprenderme de los caballos. Sé que voy a necesitar llevarlos a box porque los lotes de pasto están quemados y para esto voy a necesitar rollos y fardos. Cuando comencé a ofrecer los números, no podía creer cómo la gente del pueblo me los compraba y me dio un luz de esperanza”, detalló la productora.

CGP

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