Una multitud acompañó esta noche el cierre de la celebración por el Día de la Democracia y los Derechos Humanos, que el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner encabezaron en la Plaza de Mayo con los exmandatarios Luiz Inacio Lula da Silva y José Pepe Mujica, en un gesto de unidad regional que además ratificó el compromiso del Gobierno de negociar con el FMI sin condicionar el crecimiento.
“La Argentina del ajuste es historia”, afirmó el presidente al cerrar una festiva jornada frente a miles de personas que se concentraron en la Plaza de Mayo y remarcó que “no se negociará nada que signifique poner en riesgo el crecimiento y el desarrollo social” del país en las tratativas encaradas por su Gobierno para refinanciar la deuda contraída por la gestión de Mauricio Macri con el FMI.
Con discursos, que por momentos tuvieron tono de diálogo, el jefe de Estado y la vicepresidenta exhibieron varias coincidencias: ambos marcaron que el organismo multilateral de crédito “les soltó la mano” a varios presidentes argentinos, muchos de ellos radicales, a lo largo de la historia; a la vez que los dos alertaron sobre los riesgos de los postulados defendidos por los “libertarios” y condenaron a quienes especulan con la “fuga” de capitales.
“Si el FMI me suelta la mano voy a estar tomado de la mano de cada uno de ustedes, de cada argentino y de cada argentina”, aseguró el jefe de Estado.
Poco antes, Cristina le había formulado un pedido: “Presidente, yo sé que tenemos muchas dificultades, pero siempre digo que ante las grandes adversidades, grandes acciones. Digámosle al Fondo que nos ayude”.
Pidió también que “cada dólar que se encuentre en el exterior” producto de la fuga de activos durante el gobierno de Macri “se lo lleve para pagar la deuda” con el FMI y que eso “sea un punto de negociación” en el acuerdo con el organismo internacional.
Sobre el escenario, junto a las máximas autoridades del Gobierno, estaban los exmandatarios Lula y Mujica, además de las referentes de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, Taty Almeyda y Lita Boitano, entre otras figuras.
“Por esta democracia que hoy vivimos, hubo miles de argentinos que entregaron sus vidas que fueron desaparecidos, sometidos a la tortura, al exilio y que sufrieron prisiones injustas”, expresó el presidente, quien pidió cuidar la democracia “en reivindicación a todos ellos”.
También hubo un mensaje de reconocimiento al expresidente Raúl Alfonsín, cuando Cristina Fernández de Kirchner pidió el aplauso de la plaza para homenajear al exmandatario radical, símbolo de la recuperación democrática, tras la más cruenta dictadura cívico-militar-eclesiástica que sufrió el país.
Más temprano, la multitud reunida en la histórica plaza también escuchó mensajes de Pepe Mujica y Lula en la conmemoración del Día de la Democracia y los Derechos Humanos, a la que había convocado el Gobierno con un festejo ciudadano en Plaza de Mayo.
La celebración popular reeditó, en parte, las manifestaciones del 17 de octubre y del 17 de noviembre, con las que el Gobierno destacó el aporte de la militancia en tiempos agobiados por el coronavirus, reivindicó los principios del peronismo y retomó la tradición de los festejos populares en la calle, habituales durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
Mientras la Plaza de Mayo y sus alrededores vibraban con la música de una decena de cantantes y bandas que animaron los festejos, en el Museo del Bicentenario se entregaron los premios Azucena Villaflor a personalidades destacadas en la defensa de los derechos humanos, en una ceremonia que también encabezaron el Presidente y Cristina Fernández, y en la que también asistieron Lula y Mujica.
Allí, al cumplirse hoy 38 años de democracia ininterrumpida tras la última dictadura cívico militar, el Gobierno ratificó como política de Estado la defensa de los derechos humanos.
El presidente recordó también que tanto Pepe Mujica como Lula fueron víctimas de “la falta de la vigencia del Estado de derecho”. “Ambos fueron víctimas de la persecución, y Lula fue injustamente condenado. Sus presencias, y esto sé que es compartido por Cristina, nos muestran en estos días de posiciones extremas lo importante que es la unidad de los sectores populares”, subrayó el mandatario.
En su discurso, Lula sostuvo que aquel período que como presidente compartió junto a otros líderes de la región como Cristina y Néstor Kirchner; José Mujica y Tabaré Vázquez (Uruguay), Hugo Chávez, Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador) y Fernando Lugo (Paraguay) fue “el mejor momento de la democracia de nuestra Patria Grande, de nuestra querida América Latina”.
Entendió que América del Sur vivió su mejor etapa cuando los países de la región “expulsaron el ALCA y reafirmaron el Mercosur”, y agradeció “la solidaridad” que recibió del pueblo argentino y del presidente Fernández durante su encarcelamiento.
“A la Argentina no le faltan dólares: se los llevaron afuera”
En tanto, Cristina Kirchner planteó que uno de los puntos de negociación con el FMI para resolver la deuda externa argentina debe incluir la ayuda del organismo multilateral de crédito para “recuperar de los paraísos fiscales los miles de millones de dólares en evasión” y, con eso, pagar parte del compromiso por más de 44 000 millones de dólares adquirido durante el gobierno de Macri.
Durante el acto central por el Día de la Democracia y los Derechos Humanos, la titular del Senado propuso “convocar a un gran acuerdo nacional argentino” para transmitirle al organismo dirigido por la búlgara Kristalina Georgieva que “no se va a aprobar ningún plan sino el que permita esta recuperación económica”.
Además, exhortó a resolver un “problema estructural” que tiene el país y que está dado por la concepción económica “bimonetaria” que caracteriza a la economía argentina, por la utilización extendida del dólar estadounidense como refugio de valor y moneda para ciertas transacciones.
Al respecto, le pidió al presidente Alberto Fernández que motorice “un gran acuerdo nacional argentino” para “resolver algo que vengo repitiendo hace tiempo y está en mi cabeza desde que era presidenta”, el abordaje del problema de la “economía bimonetaria”.
“Se habla mucho de la famosa restricción externa. De que a la Argentina le faltan dólares. No, a la Argentina no le faltan dólares: se los llevaron afuera”, describió Fernández de Kirchner para luego insistir con una de las novedades de su discurso: el reclamo de que el FMI intervenga en la recuperación de fondos evadidos a paraísos fiscales.
“Presidente, yo sé que tenemos muchas dificultades pero siempre digo que ante las grandes adversidades grandes acciones. Digámosle al Fondo que nos ayude”, profundizó.
“Recuerdo cuando el presidente (Raúl) Alfonsín asumió hace 38 años, recibió un país que había quintuplicado su deuda externa y sin reservas en el Banco Central”, rememoró la vicepresidenta y señaló que “el Fondo, con presiones y demás, le soltó la mano y no pudo terminar su mandato”.
Al respecto, destacó que “en 2001, también a otro presidente radical (por Fernando de la Rúa), el Fondo le soltó la mano y vino la crisis”.
“Deberían despabilarse un poco los del partido centenario (en alusión a la UCR) porque los dos presidentes que tuvieron se los volteó el Fondo”, recordó con algo de ironía en un párrafo dirigido a los dirigentes actuales del radicalismo.
“Al que no se la soltaron fue al que vino después de nosotros (por Macri); a ese le pusieron toda la tarasca: 57 000 millones de dólares para que pudiera ganar las elecciones pero no pudieron torcer la voluntad del pueblo”, destacó.
“El peronismo, le pese a quien le pese, en diez años, duplicó la clase media en la Argentina, por más que algunos lo renieguen, no les guste y huela mal. Que no me vengan con pavadas”, dijo.
Insistió en que en la Argentina hubo “jueces que nos procesaban en un artículo y en el segundo se declaraban incompetentes” porque “ya no era necesario desaparecer a nadie ni torturar con picana, bastaba hacerlo todos los días con tinta en los diarios o micrófonos en la televisión”.
Cristina también apoyó la idea de Lula volverá al gobierno en Brasil tras lo cual la multitud coreó al unísono, copiando el ritmo de otros cantitos del kirchnerismo en tiempos de Macri: “Lula va a volver, va a volver”.
“Mire compañero, no es que pronostique nada, pero cada vez que cantaron eso no se equivocaron”, se rió la vicepresidenta.
CGP
Con información de la Agencia Télam