“Primero se crece, luego se paga”, la frase para evocar a Néstor Kirchner a 11 años de su fallecimiento

El expresidente Néstor Carlos Kirchner, quien encabezó un período caracterizado por la revalorización de la política como elemento de transformación, murió hace 11 años, el 27 de octubre de 2010, como consecuencia de una afección cardiovascular cuando se encontraba en El Calafate, Santa Cruz.

Además de la conmoción que la noticia causó entre los militantes del Frente para la Victoria y el peronismo, el deceso del dirigente patagónico abrió una nueva etapa en el proceso político que la Argentina había iniciado en mayo de 2003.

Kirchner, nacido el 25 de febrero de 1950 en Río Gallegos, ejerció la presidencia de la Nación entre 2003 y 2007; durante tres períodos gobernó la provincia de Santa Cruz (1991-1995, 1995-1999 y 1999-2003) y fue intendente de su ciudad natal (1987-1991).

Además se desempeñó como convencional constituyente de la asamblea que reformó la Carta Magna en 1994; resultó electo diputado en 2009 por la provincia de Buenos Aires y ejerció la Secretaría General del bloque regional Unasur, función que cumplía al momento de su deceso.

Al llegar a la Casa Rosada, Kirchner “tenía más desocupados que votos”, como suele recordar la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que lo sucedió al frente del Gobierno tras imponer en las elecciones presidenciales de 2007.

Sin embargo, el dirigente patagónico se preocupó desde un primer momento en acumular capital político y la relación que estableció con las organizaciones sociales resultó vital para oxigenar al gobierno en sus primeros meses de gestión.

Negociar una quita para la deuda que Argentina había dejado de pagar en 2001; propiciar el cambio de la Corte Suprema e impulsar la anulación de las leyes de Obediencia Debida, Punto Final y los indultos de Carlos Menem fueron los ejes de los primeros meses de gobierno.

Su gestión logró, en 2005, un primer canje de la deuda en el que ingresaron el 76 % de los acreedores privados y, al cancelar las obligaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), alcanzó un superávit fiscal e incrementó las reservas monetarias del país.

En las elecciones legislativas de ese año rompió la alianza que mantenía con el expresidente Eduardo Duhalde y obtuvo un categórico respaldo en las urnas.

El alejamiento de Roberto Lavagna, ministro de Economía (quien se había desempeñado también durante el gobierno de Duhalde y negoció el canje de la deuda), no le impidió al país mantener una tasa de crecimiento de 9 % hasta 2007.

Con esos índices favorables en cuanto a lo económico, se redujeron  la desocupación y los índices de pobreza, y aumentaron las exportaciones y la producción industrial.

En materia internacional buscó la unidad regional y el acercamiento con los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasil, y Hugo Chávez, en Venezuela, con quienes constituyó una importante alianza estratégica.

Sobre la base de ese entendimiento, los países del Mercosur rechazaron la constitución de un acuerdo de libre comercio que Estados Unidos quería imponer para todo el continente americano en la cumbre de Mar del Plata realizada en 2005.

Kirchner dejó el gobierno en 2007 en manos de Cristina, que en octubre de ese año resultó electa como presidenta por el 47 % de los votos, pero mantuvo su liderazgo al frente del proyecto político que encarnaba el Frente para la Victoria.

Los debates por la resolución 125, la Ley de Medios y el matrimonio igualitario tuvieron al santacruceño en la primera línea de un gobierno que buscaba profundizar algunos aspectos de su gestión.

La salud del líder del kirchnerismo se agravó en aquellos años de fragor político, y tras ser intervenido en febrero y septiembre, falleció el 27 de octubre 2010, en El Calafate, el mismo día en el que se realizaba el Censo Nacional.

Sus funerales fueron multitudinarios y la imagen de cientos de personas desfilando durante horas ante el féretro cerrado que contenía sus restos contrastaban con la imagen de un hombre temido y odiado que intentaban construir algunos medios masivos de comunicación.

En medio de un gran dolor, la militancia joven del Frente para la Victoria despidió al hombre que les permitió volver a creer en la política como realización de un proyecto colectivo.

Acto en el Club Deportivo Morón

El presidente Alberto Fernández será esta tarde el único orador en el acto que el Frente de Todos (FDT) organiza para rendir homenaje al expresidente Néstor Kirchner al cumplirse 11 años de su fallecimiento y que reunirá a dirigentes, militantes y funcionarios del peronismo en el estadio del Club Deportivo Morón de ese municipio bonaerense.

Fuentes oficiales confirmaron la asistencia del jefe de Estado a esta actividad, convocada para las 17, y anunciada en las redes sociales del FDT junto a una foto del exjefe de Estado, fallecido el 27 de octubre del 2010, y una frase suya relacionada con la deuda externa en los meses previos al pago al Fondo Monetario Internacional (FMI), en 2005.

“Primero se crece, luego se paga”, es el lema de la convocatoria impulsada también desde las agrupaciones políticas como La Cámpora, Nuevo Encuentro, Kolina y Movimiento Evita, entre otros.

Al encuentro fue invitado el presidente Fernández, quien fue jefe de Gabinete de Kirchner, pero su presencia aún no está confirmada, al igual que la de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Uno de los principales participantes será el jefe de bloque del Frente de Todos en la Cámara baja e hijo del expresidente, Máximo Kirchner, según confirmaron desde su entorno.

El acto tendrá también réplicas en distintos puntos del país, donde el peronismo se concentrará en plazas, parques y otros espacios públicos bajo la consigna “Imitemos el ejemplo”, en referencia al pago al FMI saldado por la administración de Kirchner en 2006.

Agencia Télam

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