Con la pandemia como telón de fondo, 34.332.992 argentinos están habilitados para elegir este domingo a los candidatos a diputados y senadores nacionales que competirán el 14 noviembre, en unas inéditas primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), que se realizarán bajo protocolo sanitario y constituirán una primera prueba electoral para las fuerzas políticas y sus estrategias de campaña.
Estas son las sextas PASO desde su implementación en 2011, la tercera para candidaturas parlamentarias y la primera en un contexto global de emergencia por el impacto de la covid-19, que llevó a un acuerdo político entre el Gobierno y las Provincias para postergar la fecha original y llegar a hoy 12 de septiembre con algo más del 51 % de la población mayor de 18 años con su esquema de vacunación completo.
Se elegirán candidatos para renovar en noviembre 127 bancas de la Cámara de Diputados y 24 del Senado, cuando quedará definida la correlación de fuerzas en el Congreso para el segundo tramo de la gestión del presidente Alberto Fernández.
El desafío para el oficialismo es conseguir el número necesario de legisladores para el acompañamiento de las políticas que impulse el Ejecutivo, en su plan de reactivación del país tras los estragos causados por la covid-19, que hasta ayer acumuló 5 223 604 contagiados y 113 356 fallecidos desde el inicio de la pandemia, según los registros oficiales.
La principal fuerza opositora, Juntos por el Cambio (JxC), busca reordenar su equilibrio interno luego del mandato de Mauricio Macri (2015-2019) y dirimir las disputas por liderazgos hacia las aspiraciones presidenciales de 2023 que quedaron expuestas durante la campaña.
La campaña, que los partidos y alianzas cerraron entre el miércoles y el jueves pasado, tuvo poco margen para la discusión de propuestas, a partir del uso simplificador que hicieron los medios y las redes sociales de las posturas de los precandidatos, algo que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner marcó en su discurso de cierre de las actividades proselitistas: “El debate está achatado por ellos mismos porque si se pone en debate lo que hay que debatir no va ninguno” de los precandidatos opositores, dijo.
Con el objetivo clave de captar votos en los casi 13 millones de votantes que tiene la provincia de Buenos Aires, la de mayor peso electoral del país, la campaña se polarizó entre el FDT, que apeló a renovar la confianza de la ciudadanía en la salida de la pandemia y la reactivación económica, y JxC, que eligió un discurso crítico hacia el manejo sanitario de la crisis por la covid-19, mientras contenía puertas adentro la puja ascendente por el liderazgo del espacio.
Todos los mensajes del oficialismo coincidieron en contraponer el “futuro”, que representa la gestión de un gobierno que 99 días después de asumir debió redireccionar sus políticas hacia la contención de la pandemia y a revertir las marcas de la gestión de Cambiemos, como, entre otros indicadores, la deuda adquirida con el FMI de 44 000 millones de dólares, la más grande en la historia de la Argentina.
“Hay dos modelos de país: uno que piensa en ustedes y otro que piensa en ellos. Por favor, voten por ustedes, por el pueblo, por los argentinos, por los enfermeros, por las maestras y por cada trabajador”, exclamó el presidente el miércoles último durante el cierre de la campaña bonaerense del FDT.
El desafío del FDT pasa por encaminarse a engrosar su bloque en la Cámara de Diputados (pone en juego 52 del total de 120) para tener quorum propio (de 120 a 129) y así la potestad de habilitar los debates de temas estratégicos para el Gobierno en el recinto, sin depender del apoyo de bancadas provinciales aliadas.
Diputados renovará en diciembre 127 bancas (de las 257 totales), de las cuales el 48 % pertenece a JxC, (arriesga 60 escaños) y el 41% al FDT. Los bloques intermedios arriesgan 15 lugares.
La competencia por las plazas del Senado, en tanto, estará marcada por la aspiración del oficialismo a retener el quorum propio en el recambio de las plazas que se juegan este año, las de Corrientes, Santa Fe, Córdoba, Chubut, Mendoza, La Pampa, Catamarca y Tucumán.
En cambio, para mantener su actual presencia parlamentaria, JxC debe repetir en noviembre los números de la elección de 2017, favorables para el entonces macrismo y motorizados por triunfos en CABA y en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza y Córdoba, con peso electoral gravitante.
La coalición de PRO, la UCR, la Coalición Cívica y Frente Cívico y Social catamarqueño, que en la Cámara baja encabeza el radical Mario Negri, pone en juego en estas elecciones legislativas 60 de sus 115 bancas.
En el Senado, en tanto, JxC procurará ganar terreno en una Cámara hasta ahora dominada por el oficialismo y el interbloque dirigido por Luis Naidenoff apostará a renovar nueve bancas, incluida la del fallecido aliado Carlos Reutemann.
Además de lo que ocurra en la provincia de Buenos Aires, será clave para el reparto de espacios en noviembre cómo votarán los casi 3 millones de cordobeses, los 2,7 millones de santafesinos y los 2,5 millones de porteños, que en conjunto superan la mitad del total de electores del país.
Por primera vez con un protocolo sanitario, que incluye medidas de prevención y organizativas e incorpora la figura de 17 000 facilitadores sanitarios, se dispusieron 101 457 mesas para sufragar en todo el país, a partir de la decisión de la Cámara Nacional Electoral (CNE) de aumentar el número de centros de votación, con la idea de evitar aglomeración de personas.
CGP
Con información de la Agencia Télam
Foto: Télam