El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, amenazó hoy con lanzar acciones contra el Supremo Tribunal Federal (STF) en caso de que el jefe de ese órgano no haga nada contra el magistrado Alexandre de Morães, quien abrió una causa contra bolsonaristas y otros ultraderechistas por atentar contra la democracia.
“El que actúe fuera de la ley que se encuadre o se prepare para irse”, dijo Bolsonaro ante una multitud en Brasilia, que le pedía al mandatario usar el Ejército para destituir al magistrado, convertido en el blanco preferido del Gobierno.
El jefe de la Corte, Luiz Fux, fue citado por Bolsonaro como el que tiene que detener a Morães.
Bolsonaro llegó a la protesta de Brasilia con la banda presidencial y a lo grande, a bordo de un Rolls Royce conducido por el antiguo piloto de Fórmula 1 Nelson Piquet.
Su discurso, en tono mesiánico y ante una multitud, incluyó una amenaza golpista a los jueces del Supremo que le investigan por difundir noticias falsas. “O el jefe de ese poder (el Judicial) le pone firme (al juez que impulsa el caso) o ese poder puede sufrir aquello que no queremos”, proclamó en la plaza de los Tres Poderes, el corazón de la democracia brasileña.
“Hoy es el día del pueblo brasileño, que nos va a dar un rumbo, hacia dónde debe ir Brasil. Hoy solo quiero ser su portavoz”, dijo.
Bolsonaro acusó a los jueces de violar la Constitución en una jornada de alta tensión política en la cual las autoridades temían una invasión al Congreso o a la sede de la corte, en la Plaza de los Tres Poderes, protegida por la tropa de choque de la policía de Brasilia.
“No aceptamos medidas o acciones fuera de la Constitución. Tampoco podemos seguir aceptando que una persona específica siga barbarizando a nuestra población. No podemos aceptar más prisiones políticas en nuestro Brasil”, dijo.
Bolsonaro dijo que a partir de mañana convocará a los ministros y presidentes del Senado, Diputados y del STF para mostrarles una fotografía de esta manifestación. “Les mostraré hacia dónde tendremos que ir”, subrayó.
En el piso de su popularidad y buscando retomar la iniciativa política con su núcleo duro, Bolsonaro inició su jornada cantando el himno con un coro de niños en el Palacio de la Alvorada.
“Nuestro país no puede seguir rehén de una o dos personas. O vuelven al eje o serán ignoradas de la vida de la política. Yo seguiré dentro de las cuatro líneas de la Constitución pero no admito que otras personas violen la Constitución”, dijo en referencia al juez Morães.
Bolsonaro pidió juicio político para Morães pero el mes pasado fue bloqueado por el Senado, que no encontró argumentos legales.
“Ahora quiero ser apenas el vocero del pueblo”, afirmó Bolsonaro en un video en el interior del Palacio de la Alvorada, sede presidencial, al lado de un coro de niños y de activistas con remeras con la inscripción Bolsonaro 2022.
El presidente logró el apoyo de empresarios ruralistas que llevaron a miles de personas de más de diez estados a Brasilia para protestar contra la Corte y partió hacia San Pablo, donde en la Avenida Paulista lo espera otra multitud.
Opositores, en menor medida, protestaron contra Bolsonaro como parte de las marchas de la izquierda llamada el Grito de los Excluidos, como todos los 7 de setiembre.
Antes de hablar en su acto personal, Bolsonaro participó de un acto con paracaidistas y el izamiento de la bandera. Paseó con un helicóptero militar sobre la multitud para sacar fotos y filmar antes de realizar el discurso, en el que apenas se permitió la transmisión de las redes vinculadas a la familia del presidente.
La desmovilización del acto en Brasilia transcurría sin incidentes pasadas las 11.30.
CGP
Con información de la Agencia Télam y elpais.com
Foto: Pedro Ladeira/ Folhapress