Con el objeto de seguir sumando productores que tiendan a fortalecer la capacidad productiva del norte provincial, el secretario de Agricultura y Ganadería, Norberto Mórtola, presentó en San Cayetano el Plan Limón.
Ante una treintena de futuros productores, el funcionario provincial contó que la puesta en marcha del programa de “Desarrollo de nuevas cuencas citrícolas limoneras en la provincia de Corrientes” le fue encomendada por el gobernador Gustavo Valdés allá por 2019 y que hoy se llevan plantados unos 350 000 ejemplares y se aspira a llegar a 500 000 en esta etapa.
En el encuentro, desarrollado el viernes por la mañana en la galería del salón de ventas de la Asociación de Productores Familiares, el secretario les explicó en qué consiste este programa encomendado por el gobernador para “ampliar la zona productiva” citrícola, pero fundamentalmente el limón, ya que en Corrientes “tenemos la disponibilidad de esta tierra bendita” para desarrollar este cultivo.
Este programa promovido desde el Ministerio de Producción a través de su titular, el ministro Claudio Anselmo, está dirigido a productores de entre 1 a 5 hectáreas, y apunta a generar futuros pequeños exportadores de estos cítricos.
El plan consiste en la entrega financiada de plantas certificadas procedentes de viveros correntinos y cuyo valor luego deberá ser devuelto con la fruta producida por el productor porque “es un programa de financiamiento”.
“Comenzamos en 2019 en Cerrito, Caymán (en San Miguel) y Saladas, donde hace cuarenta años los productores producían lo mismo y hoy ya se aprecia el cambio”, recordó Mórtola.
“Estamos en uno de los mejores lugares del mundo para producir este cultivo”, aseguró el funcionario ante alrededor de treinta productores que están a punto de ingresar al programa que ya se viene ejecutando en otras cuencas y ahora llegó al norte provincial.
“Le damos la planta, el asesoramiento técnico y los insumos (fitosanitarios) que –en este último caso– no tienen que devolver”, transmitió.
Mórtola se ocupó en explicar que este programa “es una unidad económica familiar” y que por ello no se extiende más allá de 5 hectáreas por productor, con la intención de qué él mismo y su familia puedan hacerse cargo del manejo de los cultivos sin necesidad de contratar personal.
“Nosotros le enseñamos para que lo haga el productor, y la idea es que se junten –asocien- para que tengan más fuerza”, y ratificó las bondades de la zona para el cultivo: “Tenemos la disponibilidad de esta tierra bendita”, finalizó.
CGP